El hoy el Centro Cívico de Triana, conocido como “La Casa de las Columnas”, es una Institución dedicada a la Cultura, y propiedad del Exmo. Ayuntamiento de Sevilla, desde los años ochenta, quien la rehabilitó en 1988. Esta casa sería reconstruida en el año 1780. El conjunto arquitectónico anterior y ubicado en el emplazamiento del actual, habría acogido al “Hospital, Iglesia y Cofradía de Mareantes” de Sevilla, una corporación que reunía a los hombres de la mar, y que se organizaría en Triana a mediados del siglo XVII, con el beneplácito del Arzobispo de Sevilla, el Dominico Fray Domingo de Pimentel.
Hay constancia documentada de su existencia desde mediados del siglo XVI. En 1562, los mareantes se constituyeron como Universidad para la enseñanza y defensa de sus intereses profesionales.
Este Seminario de Estudiantes para Navegantes -Oficiales y Pilotos- de la mar, tendría una gran actividad hasta su desaparición en 1841.
En esta antigua Universidad de Mareantes, sita en la calle Pureza nº79, se realizó una conferencia titulada “Las cañoneras Españolas en cuba 1895-1898”, lo cual corrió a cargo de Santiago Caro Gutiérrez. Arquitecto Técnico, ingeniero de Edificio, Técnico Superior de Prevención, Seguridad y Salud.
La cañonera como invento de un español, Antonio Barceló, su empleo como buque de guerra en aéreas costeras y buque de corso a lo largo de la segunda mitad del Siglo XVIII y principios del XIX.
Así mismo, su evolución debido al cambio en su modo de propulsión, pasando de vela al vapor y su empleo en las guerras de emancipación de la isla de Cuba, tanto la de 1868 a 1878 como a la última desde 1895 a 1898, dadas sus características de óptimo buque para la guarda y policía de costas frente a los desembarcos de suministros para los insurgentes cubanos.
Al final de la conferencia el Delegado de Sevilla de la Real Liga Naval Española, Jesús Lamia Gómez, entrego al conferenciante Santiago Caro un trofeo vinícola por su gran conferencia que fue muy a mena y con un verbo fácil.
La sala Pureza se llenó de miembros de la R.L.N.E. y Cofradía de Mareantes y Navegantes, en un ambiente muy marinero
Foto Antonio Rendón Domínguez