El relaciones públicas Carlos Telmo inaugura un bazar con su toque personal de estilo y glamour low cost.
Todos los precios terminan en 8, por ser el número de la suerte en China.
Todos deberíamos creer en algo. Yo creo que tomaré otra copa. No es exactamente un proverbio chino, pero podría serlo, y sin duda refleja la filosofía con la que nace El Chino de Telmo, la aventura empresarial del conocido relaciones públicas Carlos Telmo que abre hoy al público en el número 12 de la calle Regina. La tienda compartirá espacio y local con Entretelas, propiedad del decorador Patricio Toscano, que cuenta con más de 30 años de experiencia, y que es socio de El Chino de Telmo junto al empresario Pablo Feliú.
Lo que hace diferente a este bazar chino es, principalmente, el producto. Pequeños objetos de decoración, camisas, bisutería, lámparas, bolsos o zapatos por encargo, pero todo con estilo, sofisticación y precios bajos, asegura Telmo. Otra de las particularidades, que todos los precios terminan en 8, porque el ocho es el número de la suerte en China, explica.
Su etapa como director de protocolo del Pabellón de España en la Expo de Shangai le dejó huella: tuve la ocasión de descubrir China, y eso me marcó de por vida. Shangai me mata. Y tras volver al país asiático para hacer un estudio de mercado, decidió traerse un cargamento de artículos que no se encuentran en los bazares corrientes. Además, El Chino de Telmo pretende ser un punto de encuentro de artistas, y servirá para exponer cuadros, fotografías o para presentar libros. Un verdadero cajón de sastre.
Otra de las particularidades serán los rincones de productos de otras marcas pensados de forma exclusiva para El Chino de Telmo: cremas y aceites de Carmen Sarmiento, joyas de Vicky Metger o jabones naturales de Rojo Bermellón darán un toque sofisticado a la tienda.
Hasta la fiesta inaugural tiene su significado. Será el 28 de octubre, un mes después de la apertura de la tienda, porque es San Judas, de quien soy devoto, cuenta Telmo. Judas y Buda se dan la mano.