Sevilla,y Anselma vistas desde El Nuevo Herald de Miami
Casa Anselma en el barrio de Triana, a sólo cuatro cuadras de la movida de la Calle Betis, es de las pocas tabernas que no necesita un lumínico para atraer a los clientes a una verdadera fiesta flamenca, que se pone buena a partir de las 12:00 pm. Acá se pueden tomar copas que la propia Anselma, su dueña, reparte a diestra y siniestra mientras los músicos van calentando la atmósfera con sevillanas, rumba y coplas flamencas hasta que llega la hora para la actuación estelar de la anfitriona, quien en la madrugada, ya en su punto, hace aparición iluminada solamente por velas cantando el Salve. Acaba de sacar su segundo disco con canciones de Serrat como La Saeta y Mediterraneo
