El Ayuntamiento de Chipiona inició en 2020 un proceso de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y desde entonces un grupo de personas vinculadas a Ecologistas en Acción y al Club de Amigos de la Naturaleza Scipions (CANS), vienen trabajando en el análisis de los documentos aportados por el Ayuntamiento.
En este análisis se ha podido constatar que, a pesar de que el Ayuntamiento de Chipiona aprobó el día 19 de diciembre de 2019 la declaración de Estado de Emergencia Climática, lejos de haberla tenido en cuenta en la redacción de la Revisión Parcial del PGOU de Chipiona referida al Suelo Urbanizable y No Urbanizable y del Documento Inicial Estratégico, ha presentado unas propuestas que ignoran por completo ese “estado de emergencia” y contradicen de forma evidente los acuerdos adoptados en la citada declaración (detener la pérdida de biodiversidad, poner en marcha campañas de reforestación, impulsar la silvicultura, agricultura y ganadería ecológicas y de proximidad…).
Las ecologistas consideran que la propuesta sigue en la línea predominante en el siglo pasado, basada en el ladrillo y el turismo de masas en las costas. En este sentido, destacan la incoherencia de proponer un significativo aumento del terreno urbanizable sin aportar justificación alguna de que sea necesario, más bien al contrario, este grupo de trabajo ha podido constatar, por un lado, que existe actualmente gran cantidad de superficie urbanizable programada sin desarrollar, y por otro, que no existen previsiones de aumento de la población ni de la demanda de vivienda que pudieran justificar ese aumento de disposición de suelo.
También ha llamado especialmente la atención a este grupo de trabajo, la falta de referencias en el borrador presentado a la protección del Dominio Público Hidráulico y la configuración del carril bici en todo el municipio, por ello, ha realizado propuestas en ambos sentidos. Concretamente, se ha avanzado una propuesta global que contempla la conexión de los carriles bici existentes, entre ellos y con las playas.
Entre otras sugerencias significativas que las organizaciones ecologistas han presentado al documento, destacan, por un lado, la de reclasificar como NO urbanizable algunas zonas previstas de urbanizar ya en el PGOU vigente y que, sin embargo, después de casi 20 años siguen siendo terrenos cultivados y que, por tanto, prestan servicios ambientales.
En el documento de la modificación del PGOU echamos en falta una estrategia territorial que aborde el fortalecimiento de la agricultura, el papel que debe cumplir en el futuro y los problemas a los que se enfrenta.
Entendemos que el Ayuntamiento debe desplegar cuantas actividades sean precisas para que los agricultores y las agricultoras participen activamente en este debate.
Y, por otra parte, también se ha hecho hincapié en la necesidad de proteger la franja litoral, especialmente en la zona de “La Grajuela”, una de las consideradas con mayores evidencias de erosión de todo el país.
Las organizaciones ecologistas, una vez presentadas las “sugerencias de carácter ambiental” al proceso de revisión del PGOU en la fase cerrada el pasado mes de abril, hacen un llamamiento a la participación de la ciudadanía en este procedimiento para evitar un mayor deterioro del entorno natural, económico y social del municipio.