El Ayuntamiento de Sevilla realizará un homenaje al recientemente fallecido exdirector de la Bienal de Flamenco, Manuel Herrera Rodas. Maestro de profesión, siempre estuvo ligado al flamenco. Fue junto con Paco Cabrera, quien propuso la creación de un magno evento flamenco de carácter bienal en Sevilla, iniciativa que fue muy bien acogida por el Ayuntamiento en 1979 y que supuso el inicio de la Bienal de Flamenco con José Luis Ortiz Nuevo como concejal de Cultura. El propio Manuel Herrera llegó a dirigir tres ediciones entre 1998 y 2002 y pasó posteriormente a formar parte de su consejo asesor.
Manuel Herrera siguió durante los siguientes años destacando como activo programador del arte jondo en calidad de director del ciclo los ‘Jueves Flamencos’, al frente de los cuales se mantuvo durante dos décadas, y de ‘Conocer el Flamenco’, ambos auspiciados por la Fundación Cajasol. Su convicción de que el mejor modo de amar el flamenco era conocerlo le llevó, junto con el cantaor Calixto Sánchez, a emprender también un proyecto de carácter didáctico titulado ‘Música 1 a 6 de Educación Primaria. Del flamenco a todas las músicas’, con el objeto de llevar el aprendizaje de las claves de este arte a las escuelas, y que hasta ahora no ha podido ser implementado. Asimismo, desde hace 15 años venía promoviendo los Cursos de Verano de Casariche.
“Manuel Herrera Rodas ha sido y será figura imprescindible en la historia del flamenco y en la de la Bienal de Flamenco. Supo imprimir el carácter de universalidad que aún, hoy en día, goza la muestra, supo abrirla al mundo con propuestas vanguardistas, siendo fiel al mismo tiempo a las raíces. Supo dar paso a los jóvenes valores y apostó por la creación. El Ayuntamiento quiere rendirle homenaje a su buen hacer; y por ello, desde ya, estamos trabajando en la definición de este acto. Siempre tendrá un lugar privilegiado en la historia de la Bienal de Sevilla”, explica el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz.
El pasado día 4 de septiembre, el Real Alcázar de Sevilla, acogió su discurso a manera de pregón que conmemoraba los 40 años la Bienal de Flamenco y que abrió la edición de 2020. El pregón fue una verdadera lección magistral en el Patio de la Montería que concluyó con un sentido “¡Larga vida a la Bienal!”.