Acaba de proclamarse campeón de España por partida doble y casi nadie lo sabe. Manu es un apasionado de un deporte que, a pesar de que se practica mucho en Chipiona, no tiene cantera local.
Manuel Rodríguez Palacios, el chaval de 13 años que pedalea a golpe de ilusión, se muestra delante de las cámaras de la radiotelevisión con una amplia sonrisa que no abandona en ningún momento.
Recientemente se ha proclamado subcampeón de España por equipos en la carrera en línea, donde fue décimo cuarto y trabajó para lanzar a su compañero Hugo Franco, que fue tercero en un sprint masivo. En la cita, que tuvo lugar en el circuito de velocidad de Cheste, en Valencia, el joven ciclista chipionero también se hizo con el campeonato de España de su edad, ya que este año se estrenaba como Infantil de primer año. Además, en la prueba contrarreloj volvió a tener una actuación destacada sumando un campeonato de España por equipos y un cuarto puesto a dos milésimas del tercer clasificado, lo que le valió para alzarse con el subcampeonato de España de su edad.
Siguiendo a su padre, que fue ciclista aficionado, Manuel Rodríguez decidió apostar decididamente por el deporte del pedal hace menos de dos años con el único apoyo de su familia. El pasado año, siendo Alevín, se proclamó campeón de Andalucía por etapas y subcampeón en la prueba en ruta. Como Infantil de primer año, ya ha logrado el campeonato de Andalucía contrarreloj y un quinto puesto en ruta.
Entrena cuatro días a la semana dentro de la estructura de la Peña Ciclista de Trebujena. Lo hace en Chipiona, en solitario, con el plan de trabajo que le prepara su entrenador y, a veces, se desplaza a Sanlúcar, a la urbanización de Martín Miguel para hacer series.
Apunta alto y se mira en el espejo de un ídolo que luce el maillot arcoiris, Alejandro Valverde, un superclase del que destaca lo completo que es. Así se ve él también, andando bien en todos los terreno, aunque como más disfruta, nos dice, es subiendo puertos.
Mientras sueña con otros retos, trata de que alguien de su edad se anime y le acompañe. Para no entrenar solo, nos apunta. A ver si alguien recoge el guante.