En la actualidad, la era de la información ha conseguido que el entorno en el que se realiza la mayor parte de la convivencia diaria esté repleto de mensajes que, de una forma u otra, buscan captar la atención de los consumidores. Las nuevas tecnologías también han conseguido que los medios empleados para difundir esta información sean cada vez más eficaces. En este sentido destaca la cartelería digital (o digital signage) un medio de comunicación de nueva generación basado en el empleo de pantallas electrónicas, conectadas mediante redes informáticas, que permiten mostrar contenidos multimedia.
Varios estudios sobre la percepción de las personas determinan que, de media, el cerebro es capaz de recordar a corto plazo hasta un 70% de todo lo que se ve, y un 20% de lo que se escucha. Por lo tanto, partir de una atracción visual es una ventaja en cuanto a la difusión de un mensaje. Una prueba llevada a cabo en el metro de Londres reveló que un anuncio emitido a través de un cartel digital no sólo recibió el doble de atención que un cartel impreso, sino que el tiempo que los viajeros lo miraban fue un 60% superior. Esto se traduce en un mayor impacto de la cartelería digital en el consumidor, consiguiendo incrementar las ventas hasta un 24%, lo que ha provocado que, en la actualidad, el 10% de la publicidad exterior a nivel mundial ya emplee este medio de difusión.
Según Puzzle Rojo, franquicia española de servicios de marketing y comunicación digitales perteneciente al Grupo Corporalia, la cartelería digital es uno de los medios publicitarios más rentables para implantar y reafirmar la imagen de marca de una empresa, gracias a su economía de escala por volumen. Y es que, mediante una herramienta de gestión centralizada, se puede controlar qué, cuándo y dónde mostrar los contenidos deseados. Así se alcanza una comunicación estratégica que facilita segmentar la información de acuerdo a los diversos públicos. Otra de las ventajas de esta tecnología es que permite conocer el impacto y efectividad de un determinado mensaje, siendo posible modificarlo rápidamente para optimizar los resultados.
El verdadero valor añadido de este servicio es todo lo que aporta Puzzle Rojo para conseguir el mayor éxito. Así el compromiso de la marca consiste en analizar las necesidades y características del cliente para definir el plan de marketing y comunicación adecuado, así como sus objetivos. Su consecución se logra con los contenidos generados de cara al destinatario del mensaje, que crea, edita y publica Puzzle Rojo, aportando su experiencia en la confección. A continuación se concretan las características necesarias y la localización idónea para los dispositivos y se procede a su implantación. El sistema se gestiona a través de software y servidores propios, adaptados para esta función. Por último, los resultados conseguidos se confrontan con los objetivos, realizando un seguimiento continuo de la actividad.
En función de las necesidades del cliente, Puzzle Rojo también posibilita la participación de partners y colaboradores en la emisión de contenidos, en función de los objetivos previamente definidos, y gestionando su incorporación. Un método más para aportar valor a la oferta de productos y servicios, lo que optimiza los resultados conseguidos mediante la acción, y que al final se refleja en los objetivos del cliente.
Puzzle Rojo es el fruto de las inquietudes y el trabajo de un grupo multidisciplinar del mundo del marketing, la comunicación, el diseño, la cartelería digital y la consultoría. La inversión inicial para convertirse en franquiciado es de 15.000 , incluido el canon de entrada. Dicho canon incluye el curso de formación inicial y todo el equipamiento necesario para comenzar la actividad. No existe royalty de publicidad ni de explotación. El contrato se estipula por una duración de cinco años.
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