La Hermandad del Rocío de Espartinas, que data del año 1940, inicia mañana miércoles 8 de junio su peregrinación a la Aldea de El Rocío, a la que llegará el próximo sábado al mediodía.
Tras la misa de Romeros, que tendrá lugar a las 8.00 horas en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, comenzará su camino hacia El Rocío una comitiva formada por el Simpecado de Espartinas, seguido de tres carretas de bueyes, unos cuatrocientos romeros, sesenta caballistas y más de cincuenta vehículos. La Asociación Rociera de Albaida, un año más, acompañará a la hermandad espartinera durante todo el camino.
La carreta del Simpecado, como viene siendo tradicional, realizará un recorrido por el casco histórico, durante el cual niños del Colegio Joaquín Benjumea le cantarán la Salve Rociera. Tras saludar a la Virgen de Loreto, Patrona del Aljarafe, en uno de los momentos de mayor emoción de la jornada, dirigirá sus pasos hacia Umbrete. La primera parada la realizarán en el Centro de Estudios de Aznalcázar. A las 9.15 horas del jueves tiene previsto cruzar El Quema la Hermandad de Espartinas. Ese mismo día la hermandad espartinera dormirá en Villamanrique. El viernes lo hará en Palacio.
El Simpecado espartinero, de estilo barroco, fue confeccionado en 1957, con hilos de oro sobre terciopelo verde en los talleres de Elena Caro. En el centro lleva la imagen de la Virgen tallada en madera de ciprés policromada. No existe en él una línea recta ni espacio vacío. Costó 35.000 pesetas, cantidad que se recaudó entre los donativos de los vecinos de Espartinas. La carreta original es obra de Fernando Marmolejo, con el dosel en plata y el resto en alpaca. Los gastos fueron sufragados por el Marqués de Saltillo, José Lasso de la Vega, y la carreta tenía la particularidad de que el dosel era igual al que por aquella época llevaba la Virgen de Nuestra Señora de los Reyes de Sevilla, de quien el marqués era muy devoto. Por su parte, el palio de la carreta es similar al que cubre el paso de María Santísima de la Concepción de la Hermandad del Silencio. Posteriormente, la carreta se plateó en su totalidad en los talleres de Manuel Ríos, aspecto que tiene en la actualidad.