Carta al director de Victoria Blasco López.
Romano Guardini escribió:"el factor más eficaz para educar es cómo es el educador;el segundo, lo que hace;el tercero,lo que dice".Lo deseable es y será siempre que la persona que intenta convencernos de que le otorguemos nuestra confianza sea un incuestionable portador de las bondades que predica,o en su defecto, que sea palpable externamente su lucha por conseguir determinados valores.De la misma manera, las personas que pretenden ejercer la autoridad o un liderazgo deben conocer que liderar es ir por delante y es por ello que los auténticos líderes deben predicar con el ejemplo.El ejemplo individual y la responsabilidad de las personas que ejercen esta autoridad en nuestra sociedad nos dan las pautas para reconocer si la vida pública ha entrado en franca decadencia.Se acaba de abrir la veda a la caza y captura de nuestros votos que parece ser la única ocasión en que los aspirantes vuelven a intentar convencernos de que su única motivación es el afán de servicio a los votantes.Día tras día intentarán hacernos ver que en su personas confluyen la dignidad y la honradez del cargo que asumieron o que pretenden asumir. Por desgracia,una parte importante de ellos la única perfección a la que aspiran es especializarse en el arte de manejar a la gente sólo con el fin de mantenerse en su cargo.El sistema nos vuelve a dar la oportunidad de hacer oir nuestra voz .Que no nos despisten con eslóganes y chascarrillos. No perdamos de vista que lo que caracteriza a un buen político no es su fidelidad a una ideología, ni a un partido, ni a un líder, sino su compromiso real y efectivo por el bien común, por los derechos humanos, por la justicia, por el progreso material y moral de la sociedad en que vive.El orden lógico nuestro de valoración de los aspirantes debería ser: quién eres; qué haces o has hecho y en último lugar qué dices.