Editorial Prensa Ibérica ha decidido cerrar la edición impresa de su diario La Opinión de Granada a consecuencia de la crisis financiera que azota a los medios de comunicación. La empresa editora se ha dirigido a sus lectores para explicarles los motivos y asegurarles su compromiso a través de la edición digital del diario granadino.
Un cierre no deseado Hoy es un día especialmente doloroso para este periódico, para sus trabajadores y, sin duda, para la empresa editora. La devastadora crisis que se cierne sobre la economía española no podía pasar de largo por el sector de la prensa escrita, obligada a realizar un titánico esfuerzo diario para mantener vivas las publicaciones. En nuestro caso, nos obliga al cierre del periódico, tras algo más de seis años de continuo trabajo que, por desgracia, no se ha visto recompensado por el éxito. Seis años en los que Editorial Prensa Ibérica no ha escatimado medios para intentar que el proyecto saliera hacia delante. Pero, a las dificultades de los primeros tiempos, comunes a todos los proyectos periodísticos que echan a andar, se han unido las del momento presente, provocadas por una crisis sin parangón posible en la historia reciente de la prensa española. Pese a todo, no queremos que la despedida de Granada sea definitiva, puesto que la empresa editora tiene la voluntad de mantener laopiniondegranada.es y continuar, así, el compromiso iniciado con los lectores granadinos en 2003. Es un adiós que no hubiéramos querido dar nunca, pero que pronunciamos por responsabilidad empresarial y garantizando los derechos de los afectados. Creemos que EPI ha llevado hasta el límite su apuesta por dotar a Granada de un periódico que ofreciera una visión independiente de la realidad local. Han sido seis años muy duros (con cuantiosas inversiones por parte de la empresa) y de esforzado trabajo por parte de periodistas y administrativos, a quienes queremos agradecer su total entrega y su servicio al periódico y a Granada. Ni una cosa ni otra han sido suficientes para mantener la apuesta editorial. Hoy nos vemos obligados a poner fin a lo que, al principio, fue una ilusión colectiva de empresa y trabajadores y, posteriormente, una dura lucha contra unas circunstancias que nos abocan a este triste adiós. Esperamos que no sea definitivo, sino un alto en el camino en espera de tiempos mejores.