Nos las prometíamos felices con el festín que se nos avecinaba con el Debate sobre el Estado de la Nación: 4 millones de parados, una gravísima crisis, carencia de aliados parlamentarios fijos, con la unidad nacional amenazada, etc.., :Se nos presentaba un menú de fácil digestión.
Y he aquí, que un día antes, nos anuncian un aperitivo suficientemente consistente y elaborado de manera específica para agitar los estómagos, de modo que el esperado festín no se vea desbordado por demasiadas ansias devoradoras. ¿Ingredientes de los aperitivos¿: píldoras, hormonas y menores, todo bien adobado con toda clase de aderezos eufemísticos como: vida sexual satisfactoria, salud reproductiva, seguridad, etc..y quien no esté de acuerdo, es un retrógrado contrario a una vida sexual sana y satisfactoria. Más de lo mismo : si esto es un desastre, mejor hablamos de otra cosa.
Llegamos al banquete propiamente dicho ¿ y qué nos encontramos ¿. Pues que nos venden como carne una suela de zapato. Como merluza, una lata de sardinas y como guarnición un buen fuego de artillería mediática representado por los medios de comunicación afines. ¿ Resultado¿ : Indigestión segura, y aún así, no perdemos la esperanza de probar algo suculento.
En esto aparecen por el fondo del salón bellas camareras con fuentes de plata que hacen crecer nuevas expectativas. De pronto, destapan sus bandejas y sueltan un hedor insoportable. ¿ Ingredientes ¿: abortos, muertes y menores.
Ya nadie habla de festín, ni de banquete ni de debate, ni de estado. El salón se ha despejado en unos segundos. Los camareros corren detrás de los comensales gritando:
¡ Falta el postre ¡, ¡ Falta el postre ¡.Mientras, los invitados huyen despavoridos.