Catalogar a Isabel Fayos no es tarea fácil. Periodista, cantautora e incluso pregonera, esta sevillana pone su alma de mujer cabal en todo lo que hace. Han pasado siete años desde que Isabel Fayos publicara su último trabajo discográfico y, pese a que no corren buenos tiempos para la lírica, es ahora cuando Isabel vuelve al ruedo mediático con «Claro que seguiré», un disco de doce canciones que Fayos cataloga como su «mejor faena». «Es un disco redondo, con temas muy distintos, pero se trata de un trabajo impecable», dice entusiasmada.
Tiempo para coger impulso
Durante este exilio voluntario, la voz de Isabel Fayos no ha permanecido en silencio a pesar de que, según afirma, «se tenga la extraña creencia de que cuando no grabas un disco, estás fuera de la circulación». Un tiempo en el que la intérprete no ha dudado en apoyar aquellas causas que ha creído justas; así, lo mismo ha participado en un concierto contra la violencia de género como tampoco ha dudado en ceder alguno de sus cuadros para una subasta benéfica destinada a niños en situación de acogida.
«Mi alejamiento de los escenarios también coincidió con mi paso por televisión. Canal Sur me quitó de la música», ríe refiriéndose a «Abre tu ventana», el magacín matinal que presentó en la cadena pública andaluza. «Con cierta perspectiva se ven mucho mejor las cosas y en este tiempo, he procurado guarecerme del frío y disfrutar de los días cálidos», relata. Del mismo modo, Isabel cataloga este parón como algo positivo: «A veces es conveniente alejarse de la realidad que vivimos, para tomar conciencia de ella, para verla con la mayor objetividad posible o sencillamente, para saborear el trecho que tenemos recorrido. No sé si fueron estas las razones, pero tuve la necesidad de detenerme y así lo hice». Un tiempo para la reflexión del que surge «Claro que seguiré», el disco en el que se atreve a cantar a dúo con su hijo en uno de los temas. Del mismo modo, Fayos incluye nueve composiciones propias -incluyendo «Vendimiadora de estrellas», una canción dedicada a Rocío Jurado- y «Calle Betis», su particular himno a la capital hispalense. Al respecto, Isabel cuenta que «lo interesante en los seres humanos es crecer sin olvidar lo vivido. En «Calle Betis» está toda mi verdad y ahora que la rescato, sigue mi verdad pero en versión mejorada», bromea. «Claro que seguiré» se completa con «Te llegará una rosa» de Alberto Cortez, «Cuando me miras» de Rafael del Estad y «Tú y Sevilla», el poema de Juan Ramón Jiménez hecho canción.
De corazón valiente, a Isabel no le da miedo embarcarse en un nuevo proyecto musical en esa edad en la que a veces, la tiranía de la juventud se ceba con las mujeres. Si algo le ha dado la madurez «es a llamar a las cosas por su nombre». Tantos años en la brecha han hecho de Isabel Fayos «una mujer que cree en lo que hace y ya no anda pidiendo disculpas por las cosas que hace». Combate la crisis trabajando y opina que «es el momento oportuno para recoger distintas sensaciones. Es ahora cuando hay que recurrir a la música. Es tiempo para crear ilusiones y trabajar en ellas. De que el mundo de la música esté mal -continúa-, tenemos la culpa todos los que nos dedicamos a ella, por exceso o por defecto, por temor, por avaricia, por vocearla o silenciarla».
De toda su carrera, Isabel Fayos se queda con su etapa en la radio: «Es más cercana, invita a la imaginación y no está tan contaminada», dice. «La música al igual que ella, es comunicación. Quitamos mucha soledad y me siento válida por eso». Como a ella, «A Sevilla todavía le queda mucho por cantar porque es una ciudad que se descubre todos los días. Los que vivimos aquí tenemos una suerte tremenda, disfrutamos de una ciudad donde la primavera se instala permanentemente, donde los recuerdos de la gente se mantienen... El problema es que muchas veces no levantamos la voz y así nos va. A Sevilla le están poniendo últimamente un ropaje que no le corresponde».