Bruce Springsteen actuará en el Estadio Olímpico de La cartuja, el próximo 30 de julio, según ha publicado su página de internet. Tras la actuación de Madonna el pasado año,Sevilla vuelve a convertirse en referencia musical a nivel internacional
La nueva gira de Bruce Springsteen incluirá conciertos en Sevilla, Bilbao, Benidorm, Valladolid y Santiago de Compostela entre julio y agosto, según las fechas publicadas en la página oficial de Internet del cantante estadounidense. La gira comienza el domingo en Tampa (Estados Unidos) y llegará a España el próximo 26 de julio, al Estado de San Mamés de Bilbao; posteriormente visitará Benidorm, el 28 de julio, (en el Estadio Municipal); Sevilla (el Estadio Olímpico de La Cartuja) el 30 de julio, y Valladolid (Estadio José Zorrilla) el 1 de agosto. El 2 de agosto, Bruce Springsteen actuará en Santiago de Compostela, en el que será, en principio, el último concierto de su periplo de presentación de su último trabajo "Working on a dream". "Working on a dream" (Sony BMG) es una colección de doce canciones, a la que se ha sumado el tema de la película "The wrestler", por el que el Boss acaba de ganar un Globo de Oro. La mayor parte de las canciones fue grabada durante las pausas de la gira con la que Springsteen y la E Street Band recorrieron el mundo n los dos últimos años para presentar su anterior álbum, "Magic", publicado en octubre de 2007. "No lo había hecho desde que mis dos primeros discos salieron en el mismo año", ha comentado Springsteen al hablar de la rapidez -inusual en su carrera- con la que ha grabado este disco, que se edita cuando apenas han transcurrido quince meses desde la aparición de "Magic". A sus 59 años, el rockero de Nueva Jersey da muestras de hiperactividad: también encontró tiempo para implicarse con su guitarra en la campaña que condujo a Barack Obama hasta la Casa Blanca. En una de esas actuaciones a favor del candidato demócrata estrenó "Working on a dream" ("Trabajando en un sueño"), el tema que da título a un disco que sus fans han podido ir conociendo en su mayoría, canción a canción, en lanzamientos selectivos en internet durante las últimas semanas.
El origen del álbum tiene también una lectura política. Cuenta Springsteen que el proyecto surgió después de grabar, durante las sesiones finales de "Magic", el tema "What love can do", que su autor describe como "una especie de reflexión sobre el amor en los tiempos de Bush".
El productor Brendan O'Brien, con el que el Boss colabora desde hace ya diez años, le convenció para que aquella canción se convirtiera en el arranque del disco número veinticuatro desde el comienzo de su trayectoria, en 1973.
La influencia de O'Brien se nota desde la primera escucha de un disco en el que los miembros de la E Street Band actúan más como músicos de estudios que como una de las mejores bandas de acompañamiento de la historia del rock. Así se puede comprobar en las imágenes de las sesiones de grabación del disco que aparecen en el DVD incluido en la edición especial de "Working on a dream".
No es una buena noticia para los fans más veteranos del Boss, esos que casi inconscientemente tienden a comparar sus trabajos con "Born to run" o "The river", y que recibieron con preocupación los comentarios que anunciaban que con este disco su ídolo se pasaba al pop.
Y es cierto que en "Working on a dream" pueden encontrarse algunas de los temas más livianos de su carrera, como "Surprise, surprise", una especie de canción de cumpleaños que se escucha antes de que el disco se cierre con las mucho más sobrias "The last carnival" y "The wrestler".
Springsteen ha dado una tregua a su vieja e incendiaria Fender -no se escuchan solos de guitarra en el disco- y O'Brien ha optado por los violines en temas como el que abre el álbum, "Outlaw Pete", ocho minutos de inspiración vaquera, al que sigue el optimista "My lucky day", que tiene el brío suficiente para poder formar parte de los contundentes directos del Boss y sus compinches.
"Good eye", que el Boss canta con la voz distorsionada y el acompañamiento de una profunda armónica, se encuentra también entre el material más recio del disco, en el que el músico norteamericano ha explorado territorios inéditos con los arreglos como lo de "This life", una canción de amor bajo un cielo estrellado.
No podía ser de otra manera, "Working on a dream" está dedicado a Danny Federici, el teclista de la E Street Band fallecido el pasado año a causa de un melanoma, y que figura en los títulos de crédito del disco junto al resto de la banda.
"Cada noche, a las 8 p.m., salimos juntos al escenario y ese, amigos míos, es un lugar donde ocurren milagros", escribe Springsteen en un texto del álbum en el que recuerda a su amigo Dan, y en el que añade: "Todos hemos crecido y sabemos que 'es sólo rock and roll'... pero no lo es".