El sevilla fc cayo con claridad en su estadio del sanchez pizjuan por un rotundo resultado (0-2) ante el racing de santander. el conjunto dirigido por manolo jimenez fue incapar de superar a un rival muy ordenado al que le basto con tan solo la estrategia a balon parado para llevarse el encuentro. A pesar de todo, el equipo hispalense sigue arriba en la tabla aunque no transmite buenas vibraciones. debutó el finlandes pukki
No presagiaba nada bueno la tarde. Tiempo desapacible de ese que no gusta en el sur de España, un rival incómodo enfrente y muy ordenado tácticamente y muchas bajas, quizás demasiadas en el bando sevillista. No eran de la partida guardianes pretorianos como Crespo, Mosquera o Konko, amén de la velocidad en ataque del costamarfileño Koné, pero sobre todo, la baja que más pesaba era la de un jugador liviano en cuanto a kilos pero de enorme tonelaje en la cancha. El susodicho era Jesús Navas, puñal de banda derecha que en este caso dejó herido de muerte al Sevilla. Arrancó el conjunto hispalense con línea de cuatro con Fernando Navarro como improvisado lateral derecho y compartiendo zaga con Drago, Escudé y Squillaci. Entre los cuatro custodiaban las huestes de Andrés Palop, que no se imaginaba al principio de la tarde la que se le venía encima. Por delante, Romaric debía ser el eje y Renato el creador de juego, ni uno ni otro encontraron su sitio en la fría tarde sevillana y por ahí se empezó a perder el partido. Las bandas fueron meras comparsas pues ni Capel pudo con Marcano ni Adriano con Pinillos, ¡Vivir para ver¡ Y como remate final, la dupla ofensiva Kanoute-Luis Fabiano, quienés, aparte de tan sólo recibir balones caídos del cielo ante "gigantes" como Cesar Navas y Oriol, no tuvieron una tarde muy inspirado y por ahí se esfumaron las escasas posibilidades del equipo sevillista. Vamos con la crónica. Salió el Sevilla mandón, intentando intimidar al Racing y acorrararlo en su area, pero Muñiz tenía un plan: si frenaba el primer ímpetu ofensivo local, sabía que sus opciones irían creciendo en el partido. Dicho y hecho, el Sevilla empezó a diluirse cual azucarillo. Una jugada a balón parado tuvo como destinataria la cabeza de Zigic. El gigantón serbio remató ante la pasividad del reconvertido defensa para las jugadas a balón parado, Freddy Kanouté, y estrelló el balón en el larguero. El rechace fue recogido por el ex defensa del Málaga, Cesar Navas, quién pusó un descorazonador 0-1 en el marcador (minuto 23). El Sevilla buscó rearmarse como mejor sabe: lanzando a la flecha Capel por banda derecha y confiando en el talento de su delantera explosiva y encimó se vio "ayudado" por una rigurosa expulsión de Óscar Serrano, tras una entrada a Adriano, que bien podía haber quedado sólo en amarilla pero ante la que el colegio Álvarez Izquierdo, no dudó en mandar al ex del Espanyol a la caseta (minuto 32). Así, parecía que la tarde comenzaría a brillar futbolisticamente hablando para el Sevilla y con el anhelo de una remontada nos fuimos al descanso.
En el entretiempo, Jiménez quiso cambiar la dinamica del partido y diseñó una estrategia arriesgada. Quitó a Escude y metió a Chevantón. Delantero por defensa. Quedaban tan sólo tres atrás (Squillaci, Drago y Navarro) y los demás todos hacia delante. Pero he aquí las ironías del fútbol. Nada más volver de la caseta, Kanouté defendía a Zigic en otra pelota parada, y de nuevo el delantero serbio cedido por el Valencia aprovechó la coyuntura, esta vez sí, para anotar el 0-2 (minuto 48). Jarro no, manantial de agua fría para la afición sevillista que veía como su equipo perdía comba en el encuentro. La apuesta entonces debía ser total y Jiménez tocó arrebato con la entrada y debút del finlandés del Sevilla B, Teemu Pukki, un chaval de apenas 17 años y que esta despuntando en el filial hispalense. El joven finlandés sustituyó a Dragutinovic, con lo que sólo quedaron dos defensas en el campo (Navarro y Squillaci) pero ante sólo diez hombres por parte rival. También entro Maresca, para darle un poco de dinamismo a la medular ante un gris oscuro Romaric, silbado por el respetable al marcharse. Quedaban veinte minutos y el milagro parecía posible. Varias ocasiones marradas por Luis Fabiano (no fue la tarde de "O Fabuloso"), gol anulado legamente a Chevantón y un mano a mano de Pukki (se le vino el mundo encima y definió mal, al centro y al cuerpo del portero) llevaban la desesperación a Nervión, que lo único que podía hacer era animar y ver cómo pasaban inexorables los minutos. Al final, Zigic y la inoperancia sevillista decidieron y el partido tuvo un justo vencedor, el Racing de Santander (0-2)
Con todo, este traspiés no es tan grave puesto que el Sevilla FC se mantiene tercero, gracias a la derrota del Valencia y al empate en casa del Villareal, consolidando su posición de Champions League con cuatro puntos por encima del Villareal que es quinto y seis por encima del Málaga que es sexto, primer equipo que marca el umbral de la clasificación para la Copa de la UEFA.
Pero como todo en la vida no son números, la afición del Sevilla no anda contenta con la marcha de su equipo. Inoperantes en la creación y Navas-dependientes en el ataque, la siempre exigente afición hispalense pide y exige más a un equipo que si bien está óptimamente clasificado en liga, ya ha sufrido la decepción de la eliminación europea en cotas muy tempranas y espera con incertidumbre lo que puede acontecer en la Copa del Rey el próximo jueves ante el Valencia. Sin duda, deberá ser una noche despejada para Jiménez sino quiere como su figura se quema cual Ninot en Fallas.