En una semana en la que el ministerio de sanidad anunciaba como el consumo de alcohol y tabaco entre los jóvenes era el más bajo desde 1997, lo cierto es que no parezca que haya una gran diferencia. En zonas de la capital hispalense como el centro, Triana, Los Remedios, entre otras, se repiten cada fin de semana las mismas imágenes; jóvenes en el ya habitual botellón. Han pasado casi dos años de la entrada en vigor de la Ley Antibotellón y los vecinos de las zonas afectadas por este tipo de concentraciones piden al consistorio que se cumpla con la ley. La Plataforma por el Derecho al Descanso ha advertido que es peligroso que se produzcan este tipo de concentraciones en zonas como el Real de la Feria, donde el pasado 25 de Octubre murió un joven de 17 años arrollado por un vehículo. El ayuntamiento dice que ampliará la vigilancia policial en zonas de botellón, medida que desde algunos sectores desean que se haga realidad lo más pronto posible.
Como vemos, el botellón prolifera de nuevo cada fin de semana, una forma de ocio y de diversión que ya nada tiene que ver con tiempos no muy lejanos donde ir al cine, por ejemplo, era una de las alternativas de ocio más frecuentes; cosa distinta a hoy en día, donde un cuarenta por ciento de los jóvenes han reconocido no ir nunca al cine.