
El próximo 4 de septiembre, Bodegas La Sangre de Ronda y el Museo del Vino de Ronda vuelven a celebrar por segundo año consecutivo la Pisada Tradicional de la Uva, un evento con el que se quiere recuperar la fiesta tradicional de la vendimia, con la que durante siglos los campesinos han celebrado en la Comarca el inicio de la recogida de los frutos.
La fiesta comenzará a mediodía en el Museo (calle González Campos, 2) con la tradicional pisa de uva en un antiguo lagar de madera. Los asistentes podrán descalzarse y sentir en primera persona la sensación milenaria de extraer el mosto a la antigua usanza. Además de la pisa, se podrá degustar vinos de gran calidad de
la Bodega de la Sangre de Ronda, acogidos a la Denominación de Origen Málaga, Serranía de Ronda.
Tradicionalmente, este tipo de fiesta servía de encuentro para los habitantes del medio rural, una forma de expresión de la relación de la sociedad campesina. La Serranía de Ronda atesora un importante legado
vitivinícola que se remonta a la memoria de los tiempos, alcanzando su máxima expresión en la ciudad romana de Acinipo, conocida en la época como tierra de vinos. Con el desastre de la filoxera, la viticultura en la Serranía de Ronda sufrió un serio retroceso. Actualmente, un grupo de bodegas, como Bodegas La Sangre de Ronda intenta recuperar esta riqueza. La recuperación de la Pisa Tradicional de la Uva pretende que los rondeños y los miles de visitantes que esos días están por Ronda disfrutando de la Feria y Fiestas de Pedro Romero, puedan revivir estas tradiciones y que se divulgue las raíces culturales de la Comarca
de Ronda. Septiembre es el mes por excelencia de la vendimia. En el caso de un año meteorológico normal, la vendimia se lleva a cabo en el momento en el que la uva está madura, un proceso que lleva tiempo, trabajo y cariño por la tierra.
Antes de que se empezara a la vinificación, la pisa era el momento de festejar ese esfuerzo. En un principio, se realizaba con los pies descalzos o con alpargatas de esparto. Este modo de extracción del mosto en el más perfecto que existe ya que permite que el jugo salga sin que se rompan las pepitas. Con la llegada de la mecanización, obviamente los usos se vieron obligados a cambiar.

