La tonadillera Isabel Pantoja actuará el próximo día 10 de agosto en el Casino de Torrequebrada y en octubre en el Casino de Torrelodones para pagar los favores recibidos por Pepe Blanco, uno de los propietarios del Grupo Gran Madrid. Blanco, a través de su esposa, prestó dinero al entorno de la cantante para que pagara parte de la fianza de 90.000 euros que le impuso el juez Torres y eludir así la prisión provisional dictaminada entonces por su implicación en el Caso Malaya, según fuentes conocedoras del caso.
Todo está preparado ya en Benalmádena para el concierto. Incluso el mismísimo Pepe Blanco está tirando de agenda para llamar a los vips que pasan estos días en Marbella para que acudan al evento folclórico. En este casino han actuado a lo largo de su historia más de un centenar de artistas, entre ellos Julio Iglesias, Rocío Jurado, Paloma San Basilio o Montserrat Caballé, pero ninguno había causado tanto expectación como Isabel Pantoja. La lectura fácil que hace la prensa del corazón es la del reencuentro con su ex amor, Diego Gómez, al que un día abandonó para unirse sentimentalmente al que fue alcalde de Marbella Julián Muñoz.
Diego Gómez - director de promociones y relaciones públicas del Casino de Torrequebrada de Benalmádena- es un buen gancho para sus actuales propietarios, el Grupo Gran Madrid, que ha completado un ambicioso proyecto de reformas de las instalaciones, valorado en cinco millones de euros para ofrecer algo más que los juegos de azar tradicionales. El éxito de la actuación está asegurado: las entradas que salieron a la venta por el módico precio de 81,50 euros han alcanzado los mil euros en la reventa. Y no queda ni una sola silla libre.
Atrás quedaron las actuaciones donde se podía ver gratis a la Pantoja en esta localidad. El Parque Tívoli fue su santuario durante la era gilista, un centro de ocio que por aquel entonces era propiedad de Sandokán, otro implicado en la Operación Malaya, que otorgaba a Isabel Pantoja mas actuaciones que a ninguna artista en verano.
Isabel siempre ha sabido agradecer a quien la ayudó en momentos duros. Es el caso de los que llenaron el maletín que Graciela Otondo tuvo que entregar al juez Torres para hacer efectiva la fianza de 90.000 euros impuesta para eludir la prisión, dejándola en libertad pese a estar acusado en un delito de blanqueo de capitales. En este caso, el favor se lo debe a su amiga María del Monte, intima de Aurora, la esposa de Pepe Blanco (la amistad llega al extremo que María veranea en la casa que la pareja tiene en la urbanización de Cancelada cuando viene de vacaciones a Marbella.)
Aunque el nuevo titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, Óscar Pérez, dictó un auto en el que ordenaba devolver a la tonadillera Isabel Pantoja la fianza de 90.000, esgrimiendo que no tenía sentido mantenerla después de que fuera imputada en un procedimiento separado de la causa Malaya, la cantante no ha querido nunca entrar en estos asuntos judiciales. Sobre su presunto delito de blanqueo de capitales sólo habla el sumario que dejó el juez Torres, que reiteradamente subraya que la tonadillera no fue capaz de demostrar de dónde venía el 1,1 millones de euros que ingresó en sus cuentas personales entre el 2003 y 2006, y se limitó a confesar que ella no conocía la procedencia del dinero.
Torres siempre tuvo claro que era Julián Muñoz quien ingresaba estas cantidades en las cuentas de Isabel y, además, consideraba "imposible" que la cantante no tuviese conocimiento de estos movimientos, ya que aceptó la compra de diversos inmuebles, lo que demostraría que estaba al corriente de su liquidez económica.
Investigada por Guadalpín y Mi Gitana
La tonadillera ha sido investigada tanto por la compra de un apartamento en el Hotel Guadalpín de Marbella como por la adquisición de su actual casa Mi Gitana. Ambas operaciones, a ojos de las pesquisas policiales, tienen cabos sueltos que hacen sospechar, cuando menos, de un trato de favor para Isabel Pantoja.
En el caso del apartamento 105 del Guadalpín, pese a que la tonadillera aseguró ante el juez en un primer momento que fue ella quien lo adquirió por 360.000 euros en efectivo, el magistrado no terminó de creerse esta versión, sobre todo porque Isabel cambió su versión a medida que avanzaba la declaración para acabar asegurando que fue Julián quien fraguó la idea de comprar el apartamento y que fue él mismo quien se encargó de todo. También sorprenden los motivos que adujo para la compra del inmueble: atraer famosos a Marbella o querer enamorarla.
En las declaraciones que aparecen en el informe judicial, Julián Muñoz e Isabel Pantoja se contradecían, ya que cada uno acusa al otro de hacerse cargo de la compra del apartamento del Guadalpín. Un apartamento que la cantante consiguió a mitad de precio, pese a que ya tenía propietario y que permitió que el entonces alcalde levantase la paralización de las obras del complejo hotelero. Un cúmulo de casualidades.
Sobre Mi Gitana, el juez Torres consideró que la pareja lo consiguió tras una "oscura maniobra" y se preguntaba en el sumario de dónde sacaban el dinero para hacer frente a una hipoteca trimestral de 60.000 euros, ya que Pantoja pasaba por una delicada situación económica y Julián no tenía ingresos, aparentemente.
Otras de las incógnitas que también dejó clara el magistrado es que la relación entre la pareja comenzó antes de lo que se pensaba, ya que a finales de 2002, la cantante y el entonces alcalde ya habían establecido, como mínimo, una relación "comercial". Isabel había actuado en Marbella cobrando 12.000 euros en efectivo más 53.000 que se le ingresaron a una de sus sociedades. También quiso organizar una gala protesta por la catástrofe del Prestige e incluso fue invitada, bajo talonario, a izar la bandera andaluza en las fiestas locales. En el concierto de Benalmadena del Casino de Torrequebrada no se sabe si en su reperterorio cantará la bien pagá.