El Presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, de acuerdo con lo exigido por el Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, ha advertido a los deportistas españoles que, si realizan declaraciones de contenido político, serán expulsados de los Juegos. Increíble.
Yo pensaba que el espíritu deportivo y olímpico albergaba en su esencia el fin de hacer más grandes a las personas, tanto en su dimensión individual como en la social; pero no es así. El hecho, por ejemplo, de que la libertad de expresión en China brille por su ausencia no es asunto de interés, porque, como ha afirmado Alejandro Blanco, "es el momento del deporte; el de la política será otro". Eso es mentira. Es el momento del negocio perfecto en el que mucha gente se llenará los bolsillos, y por eso no se permiten declaraciones comprometidas y comprometedoras.
Luego nos pondrán las bellas imágenes de Berlín 36 en las que el atleta negro Jesse Owens es felicitado por el alemán blanco Lutz Long tras la finalización de la prueba de salto de longitud. Sin duda, es uno de los grandes momentos de la historia olímpica; pero lo es precisamente por los valores humanos que representa. Ahora, sin embargo, se prohíbe hablar de política. Como si lo único importante fueran las medallas