"Me llamo Blanca, soy de Málaga, tengo 37 años y aún no he podido cumplir mi sueño: ser madre". Así empieza el vídeo que Blanca Carrillo colgó hace dos meses en YouTube para contar su historia. Ya ha recibido más de 4.000 visitas y muchos comentarios de aliento.
La habitación en la que posa tiene hasta las películas infantiles preparadas. La pintó y la decoró personalmente hace años pensando en que su deseo se cumpliría más temprano que tarde. Pero ha sufrido seis abortos y un embarazo ectópico que le hizo perder la trompa izquierda.
Lleva ocho años bajo supervisión del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el Hospital Materno de Málaga y está como el primer día. Sabe que tiene problemas para tener hijos, pero nadie le dice por qué. Sigue sin diagnóstico. "Me cierran puertas y es difícil mantener la ilusión", reconoce.
En abril de 2007, llegó lo que pensaba que era un paso adelante: un médico le envió a la unidad de donación de óvulos del hospital de Málaga. Pero asegura que no le informaron de que estaba cerrada y que no sabían cuándo abriría. En febrero de 2008 pidió que le derivaran a otro centro y el SAS envió al Virgen de las Nieves de Granada su historial. Un historial lleno de errores: desde que la trompa que tiene extirpada es la derecha, a que le habían recetado seis meses de pastillas, en lugar de tres.
Ya está preparada la unidad de donación malagueña y Blanca encabeza la lista. Pero en marzo recibió una resolución del SAS: su caso se trata con Diagnóstico Genético Preimplantatorio o donación de óvulos. "No obstante, ambas técnicas no se ofertan en el SAS para los casos de abortos de repetición", le comunican. Le sugieren que vaya a un centro privado, pero no puede pagarlo.
Blanca ha acudido al Defensor del Pueblo y ha pedido un abogado de oficio para denunciar al SAS. Mientras, cuenta con ayuda de la Federación andaluza de Endometriosis y un médico está estudiando su caso sin cobrar. "Tanto fomentar la natalidad y a mí, que quiero ser madre, no me dejan".