La duquesa de Alba, quiso celebrar por todo lo alto su 80 cumpleaños y el pasado jueves, en su residencia madrileña del palacio de Liria, ofreció una selecta fiesta a la que asistieron una larga lista de invitados, encabezada por los Reyes.
Cayetana no quiso que don Juan Carlos y doña Sofía faltasen a su aniversario, que será el próximo 28 de marzo, y adelantó unos días la celebración, ya que la próxima semana los Reyes estarán en Francia de visita oficial. Los lazos entre la Casa Real y la de Alba son muy fuertes desde hace siglos y en la cena de cumpleaños de la mujer con más títulos nobiliarios del mundo, además de los Reyes, estuvieron los príncipes de Asturias y los duques de Lugo y de Palma.
María del Rosario Cayetana Fitz- James Stuart, el verdadero nombre de la duquesa de Alba, también estuvo arropada por sus seis hijos - Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia- , que ejercieron de coanfitriones de la cena de gala. La fina lluvia que caía el jueves por la noche en Madrid no impidió que en la puerta del palacio de Liria se concentrasen numerosas cámaras y fotógrafos en espera de los invitados. Alicia Koplowitz, actual novia del duque de Huéscar, el hijo mayor de la duquesa de Alba, asistió a la fiesta como su hermana Esther, acompañada de su marido, el marqués de Cubas. Gonzalo Miró, novio de la duquesa de Montoro, voló por enésima vez desde Nueva York a Madrid para estar en el cumpleaños de su suegra.Los condes de Salvatierra, Cayetano y Genoveva, llegaron a la fiesta por separado.
Carmen Cervera, baronesa Thyssen, fue otra de las relevantes personalidades que acudieron a la cena de gala y para la ocasión lució unas impresionantes joyas. Tita Cervera fue la invitada más ostentosa ya que llegó al palacio de Liria en un lujoso Rolls Royce. La duquesa obsequió a sus invitados con un menú compuesto de aperitivos, flan de vegetales, langosta acompañada de arroz en salsa americana y, de postre, tarta de chocolate.
Una vez finalizada la cena, los Reyes fueron los primeros en abandonar el palacio de Liria y a continuación lo hicieron los príncipes de Asturias y los duques de Palma. Por su parte, los duques de Lugo fueron los últimos en marcharse de la fiesta y el conde de Salvatierra fue el encargado de salir a despedirlos.
Sin duda fue una noche muy especial para Cayetana, que pudo celebrar sus cumpleaños rodeada de las personas más importantes de su vida, por afecto y por rango. Cayetana, con 80 años, inicia una etapa en la que ve que sus hijos parecen estabilizados sentimentalmente, y que su Andalucía natal la reconoce como hija predilecta. Para Cayetana la noche hubiera sido redonda si a la fiesta hubiese asistido su amiga de la infancia Isabel de Windsor, reina de Inglaterra, que el próximo mes también cumple 80 años. / I. Clarós