Tarde espléndida y plagada de momentos emotivos la que vivieron ayer lunes los aficionados del Real Betis Balompié, así como los integrantes del club, plantilla, técnicos, empleados y directivos. Parece que nadie quiere cerrar el capítulo de celebraciones tras la consecución el pasado sábado de la Copa de S.M el Rey y bien que quedó patente en las calles de Sevilla.
La jornada, en cuanto a actividades oficiales se refiere, comenzó en la plaza de San Lorenzo minutos antes de las 6 de la tarde. A esa hora, el coche del Cardenal Amigo hacía su irrupción en la misma puerta de la Basílica del Gran Poder, donde fue recibido con una estruendosa ovación, como si se tratara de un futbolista más, ante la cual Don Carlos respondió con simpatía y cariño. Pocos segundos después, y portando la Copa como si se tratase de una cruz de guía, llegaban Lopera y Lorenzo Serra abriendo al comitiva de futbolistas a los que el autobús había dejado en la calle Trajano. Momentos casi inenarrables, donde la emoción se hacía presente en los rostros de los cientos de aficionados que vitoreaban a sus ídolos, mientras los héroes del Calderón recibían un cálido y agradecido discurso dentro del templo, primero en la voz del padre Sarmiento, capellán del Club, y posteriormente, a cargo del propio Cardenal, a quien todos saludaron en persona y que aceptó gustoso fotografiarse, uno por uno, con todos los integrantes del Real Betis. Emoción contenida en el rostro del presidente, besapiés del señor de Sevilla e incluso sonó una saeta mientras los béticos se hacían la foto de rigor a los pies del altar del Gran Poder. Casi una hora estuvieron dentro de la Basílica antes de partir, al filo de las siete de la tarde, rumbo al Ayuntamiento, donde les esperaba el segundo baño de multitudes de la jornada.
Similar panorama, aunque más abundante en cuanto a número de asistentes, el que se encontró el autobús del Real Betis en la Plaza Nueva, perfectamente organizada por parte de la Policía para la ocasión. En medio de una ovación atronadora descendían del vehículo los futbolistas y directivos del club, aunque la apoteosis llegó cuando el presidente y el entrenador, al alimón, mostraron a los béticos congregados ante la casa consistorial la ya mítica Copa de campeón de España. Para recibirlos, al frente de la delegación municipal se encontraba el Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, acompañado por varios ediles Emilio Carrillo, Francisco Fernández, Alfonso Rodríguez, los populares Jaime Raynaud y Beltrán Pérez e incluso la representante de IU, Paula Garvín- y fue en el Salón Colón donde dirigió a los campeones unas palabras cargadas de emotividad y agradecimiento en nombre de una ciudad que está vibrando con el triunfo de uno de sus equipos. Clásicos abrazos, apretones de manos e incluso fotografía de rigor en la escalinata municipal pero lo mejor de la tarde fue la aparición en el balcón central del consistorio de los más mediáticos componentes del actual Real Betis: Desde Lopera a Serra, pasando por Alfonso, Juanito y un Joaquín convertido ya en figura mediática. Micrófono en mano, se dirigieron a los aficionados reiterando el agradecimiento por un apoyo tan constante como incondicional, al mismo tiempo que lanzaron proclamas y arengas, utilizando el futuro más cercano como reclamo.
La noche continuó con la cena oficial del club, en el restaurante La Raza, y de ahí se pasó a la fiesta en una conocida terraza de verano en la Isla de la Cartuja. Caras de felicidad trufadas por el cansancio de unas celebraciones que quedarán para siempre en el corazón y la memoria de la Sevilla verdiblanca. Y hoy martes sigue la ronda institucional con la visita al presidente Chaves en el Palacio de San Telmo.