Crítica de cine: "Noé"
Los amantes del cine bíblico y los que conozcan la historia de Noé, que no piensen que van a ver una película como las de antes, al estilo Cecil B. De Mille. El Noé del neoyorquino Darren Aronofsky tiene todos los vicios del cine actual: muñecos infográficos, animales de mentira (las serpientes de ordenador cantan que da gusto), estética de videoclip, la pirotecnia habitual de efectos especiales y la adopción de fórmulas convencionales propias del cine palomitero. También hay licencias de todo tipo, tantas que el Noé bíblico apenas se parece al cinematográfico (tiene más aires de Gladiator, huraño y con cara de amargado toda la película, con una venganza personal de por medio y repartiendo mamporros a lo largo de la cinta).
