Eras la bondad personificada. Una persona buena donde las haya. Siempre pendiente de todos los tuyos. Cuidaste de tu madre desde que enfermó y luego de tu hermana, mi abuela, sin faltar un solo día a su encuentro.Profesora de profesión por vocación. Enseñaste y diste cariño a muchos niños de Sevilla que te recuerdan con ternura. Yo no tuve la suerte de que fueras mi profesora pero sí he tenido la suerte de que me enseñaras muchas cosas en la vida. La dedicación plena y cuidado de nuestros seres queridos. Has estado para todos tus familiares y amigos siempre de manera incondicional …intentaré seguir un poco tu ejemplo. Me quedo con tu fe religiosa… ni un domingo faltaste a misa…me quedo con tus correcciones para que no me comiera letras de las palabras al hablar… tantas y tantas cosas… Hoy no puedo dejar de llorarte porque se me acaban esos momentos en la alameda a tu lado. Nuestros ratitos. Ojalá hubieran sido más egoístamente hablando.

Me avísate de este momento… sabia que estaba cerca y anhelabas estar con tu madre y hermanas pero no me lo quise creer a pesar de haber entendido esa frase que no olvidaré cuando me mirabas a los ojos…(“ yo me voy ya”) y ahora no me queda más que pensar que porfin estás con ellas y que descansas como te mereces… en paz y en el cielo. Debo estar contenta porque ya no lo vas a pasar mal. Creo que no eras consciente de todos los que te querían por aquí… en tu última despedida tanta gente contigo! Y eso es porque has dado tanto a tantos… que el amor que se da vuelve a ti sin dudarlo…Otra lección más… cada uno recoge lo que siembra…y tú sembraste tanta cosa buena…Te quiero tanto y te voy a echar tanto de menos! Pero se que seguirás estando a mi lado y al de todos los tuyos, ya de otra manera pero cuidándonos como siempre lo has hecho. He tenido una gran suerte teniéndote tantos años a mi lado!Solo puedo darte las gracias gracias y gracias por todo! Por la gran maestra de vida que has sido mía y de tantos! La lección final que nos has dado ha sido magistral. te quiero.