Fue una “travesía mágica” desde la tempestad climatológica al baúl de bellas canciones que nunca se extraviaron
Cierto es que el titular no es nada original pero entraña una verdad empírica, demostrable. Así lo pudieron comprobar los espectadores que el pasado sábado 12 de octubre se atrevió a desafiar el temporal de lluvia y viento y se acercaron al concierto que la cantante hispano cubana Liuba María Hevia ofrecía en el Palacio de Ferias y Exposiciones de Chipiona organizado por la concejalía de Cultura que dirige Tano Guzmán.
Liuba se presentó sola frente al mundo con su guitarra y enseguida se ganó al público que llegó a corear el estribillo de sus temas o seguía en respteuoso silencio sus canciones llenas de poesía y musicalidad.
Cada uno de los temas era presentado por la artista fundamentando su creación y el mensaje que acompaña. El respetable, parafraseando término taurino, disfrutó, rió y lloró en un concierto lleno de canciones entrañables entre las que no faltaron, Con un ramito de mejorana, Señor arco iris, Habaneras de Cádiz, Serenata bendita (dedicada a la Virgen de Regla), Yolanda (del genial Pablo Milanés), Lo feo, Valga que sé valga que soy y un rosario de canciones más entre las que destacó el momento mágico de la presentación de Con los hilos de la luna, también conocida como El abuelo, bello tema en el que canta sus orígenes asturianos.
Lo de la pasada noche del sábado fue una “travesía mágica” desde la tempestad climatológica al baúl de bellas canciones que nunca se extraviaron.