Hojeo de nuevo hoy y por 2ª vez en “El País” del 29 de agosto de 2010, una extensa entrevista a VARGAS LLOSA que me encantaría leer en profundidad pero que tardaré en hacerlo, en donde el nobel arequipeño afirmaba que “el nacionalismo es el peor de todos los males”.
Lo hace a propósito de su último libro entonces: “El sueño del celta”, donde recoge la biografía de ROGER CASEMENT, el pionero defensor de los derechos humanos, una persona que luchó contra las injusticias como las del Congo en época de LEOPOLDO II, la Amazonía,…
La foto de CLAUDIO ÁLVAREZ, muestra a un escritor viejo, cansado, decepcionado, cuando lo que dice para IKER SEISDEDOS es muy lúcido y con esperanza. Es más, si no supiéramos su edad (74 años entonces, 88 ahora), se diría que se trata de un joven con suficiente fuerza como para impedir desde su “cátedra” literaria y periodística, el que los extremismos sigan avanzando.
Más adelante y encima de otra página que califico por mi cuenta como de “MEMORAL”, aunque su verdadero título es “El regreso de las ideas”, publicado también por él en “El País”, el 25 de enero de 2015, escribí: “Yihadismo de salón, de debate radiofónico, de tertulia entre amigos la mayoría sin tener idea de la cuestión. Parece mentira, MARIO, q tú, q vas a los lugares de conflicto, prestes oídos a la charlatanería, con chispas de veracidad, ciertamente, pero al fin y al cabo, voceros de intereses”.
No creo que entonces me lo leyera entero –como tantos otros suyos- que podrían considerarse sin duda como “MANIFIESTOS”, pues por otra parte recoge en este las ideas de HOUELLEBECQ, GLUCKSMANN, LE CLÉZIO y GUY SORMAN.
Acababa de producirse el ataque yihadista a la sede del CHARLIE HEBDO, y tal vez por eso los intelectuales franceses se movilizaron y por supuesto V. LL., atento siempre a los conflictos del mundo. Una visión más que necesaria en tiempos de filosofía líquida, de eso que en mi modesta opinión calificaría como “Híbrida” (como los coches o el sexo binario), porque él lo hace en pro de una Humanidad que avanza precipitadamente hacia el desastre –o al menos diferente a como la hemos conocido- y me agradará decir de como somos.
Sus artículos son una suerte de compendio, un testimonio de alguien que goza de una lucidez extraordinaria, no precisamente por su edad porque lo ha hecho siempre, o desde siempre ha ejercido la labor de Maestro, de farero, de guardián de convento, de un ser que se eleva por encima de su época. La nuestra.
Leyéndolo aunque por encima también hoy, me doy cuenta de lo injusta q he sido, y si bien pudiera ser cieto que lo que pretendían estos filósofos era tener notoriedad, ser oportunos ante una hipotética crisis de identidad en Francia, o ideológica, cultural, social, etc. cada quien tiene el derecho sagrado de expresarse.
No voy a guardar este esqueje del periódico, que se sale del ámbito de lo que me interesa o profundizo, porque en estos comentarios me limito a lo mínimo, pero al menos pongo la fecha por si algún día alguien decide regresar a estas palabras talladas a cincel, moldeadas en bronce, modeladas en barro una a una, o por si yo misma regreso a este pasado que sigue estando presente en muchos lugares de Europa…y del mundo. No voy a entrar tampoco en disquisiciones, porque parto siempre de la base del respeto. Con el mismo me acerco hoy tímidamente por primera vez al último oráculo que nos queda, pero MARIO y su literatura son eternos desde el primero de sus libros, y x tanto, tendre(mos) q regresar continuamente a él/ a ellos.