ABOGADOS
- El decano emérito de los abogados de Sevilla participa en un coloquio sobre el Estado de la Justicia en España en el Ateneo de Triana
José Joaquín Gallardo, con Carlos Valera, presidente del Ateneo de Triana. / M. G.
JORGE MUÑOZ24 Enero, 2024 - 20:18h
"El sistema judicial español está bien articulado y estructurado pero ha sido maltratado durante los últimos 45 años por los sucesivos gobiernos de la nación, que nunca han tenido verdadero interés en que el servicio público de la Justicia funcione adecuadamente". De esta forma se ha pronunciado esta tarde el decano emérito del Colegio de Abogados de Sevilla José Joaquín Gallardo en una charla coloquio sobre el Estado de la Justicia en España, junto al presidente del Ateneo de Triana, Carlos Valera.
Gallardo ha añadido en su intervención que los políticos saben que "la Justicia no da votos. Siendo un servicio público esencial, se le maltrata habitualmente desde un poder Ejecutivo que debiera mejorarlo. Y eso lo padecen los ciudadanos".
Preguntado por los puntos fuertes y débiles de la Justicia en la actualidad, Gallardo no ha dudado en afirmar que "lo mejor de la justicia española son muchos de los profesionales que la sirven, magníficos magistrados, abogados y funcionarios que, a pesar de la desidia de los políticos, continuan sobreponiéndose a las adversidades. A ellos se debe que la maquinaria judicial siga funcionando a duras penas y no haya entrado aún en colapso total".
Por el contrario, lo peor de la Justicia, ha dicho Gallardo, es la "imagen de politización que proyectan los políticos, cuando la enorme mayoría de los jueces actúan con absoluta independencia e imparcialidad. "También es nefasto el estado de carencias de toda índole que padece la Justicia, desde medios materiales y tecnológicos a medios humanos. Además habría que instaurar controles de calidad y de rendimiento en ese servicio público, para que los usuarios no se sientan maltratados por el muy deficiente funcionamiento del sistema.
El decano emérito también se ha pronunciado sobre el acceso a la Justicia en España, afirmando que aunque toda persona tiene derecho a acceder a la Justicia y a obtener tutela judicial efectiva, lo cierto es que "el sistema acumula habitualmente retrasos y dilaciones inadmisibles, que acaban desvirtuando la propia realización de la justicia. Sabido es que la Justicia tardía no es justicia. Juicios sociales, civiles y penales se eternizan, lo que perjudica seriamente a muchos justiciables, que tienen derecho a recibir una respuesta judicial en tiempo razonable".
En este sentido, ha subrayado que el desafío más significativo actualmente de la Justicia es precisamente su tardanza, algo que se ha de combatir con mas medios humanos y materiales y con una mejor racionalización de los mismos. "Acceder a la justicia es fácil; lo difícil es obtener una respuesta judicial adecuada en tiempo razonable", ha aseverado.
En el coloquio también se ha hablado sobre la percepción de la independencia del Poder Judicial, una cuestión en la que Gallardo ha defendido que "prácticamente la totalidad de los jueces hacen gala de verdadera independencia. Esos jueces son el mayor valor de la justicia española. Pero desgraciadamente esa imagen fiel y real de independencia se ve empañada por algunos nombramientos políticos que se producen en la cúspide del sistema y que dañan gravemente la imagen de la Justicia".
"LA JUSTICIA NO SE VE AFECTADA POR INTERFERENCIAS POLÍTICAS SALVO CONTADAS EXCEPCIONES"
En cuanto a la preocupación que existe sobre la interferencia política en los asuntos judiciales, José Joaquín Gallardo ha indicado que como abogado veterano puede atestiguar que "la Justicia no se ve afectada por interferencias políticas, salvo contadas excepciones en altas instancias siempre relacionadas con personajes o asuntos políticos. Eso sí preocupa a la ciudadanía. No es de recibo que juristas de alta significación política o partidista sean designados para desempeñar altos cargos en la Justicia, como está sucediendo últimamente con gran frecuencia y descaro. Los políticos quieren influir en las alturas judiciales y lo triste es que lo están consiguiendo en cargos importantes. Los políticos no respetan la necesaria independencia del Poder Judicial y eso es muy grave en clave de Estado de Derecho. Podría decirse que pesar de todo aun quedan jueces en España, que son los garantes del Estado de Derecho y de la separación de poderes, al igual que de los derechos y libertades de los ciudadanos", ha subrayado el abogado.
Para mejorar la eficiencia y reducir los tiempos de procesamiento de los casos, el decano emérito ha afirmado que "sería necesario un Pacto de Estado por la Justicia, donde al menos las dos formaciones políticas mayoritarias pactasen una ruta para modernizar la Justicia en dos legislaturas consecutivas, con las reformas legales y los compromisos presupuestarios precisos. En España precisamos muchos Pactos de Estado pero por desgracia éste no parece ser el momento, cuando quienes gobiernan hablar de levantar muros y ningunean a más de la mitad de los votantes".
José Joaquín Gallardo, en un momento de su intervención esta tarde.
José Joaquín Gallardo, en un momento de su intervención esta tarde. / M. G.
Gallardo ha añadido que desde hace varias décadas muchos "venimos reclamando sin éxito ese necesario e imprescindible Pacto de Estado por la Justicia, que sería la única actuación seria para agilizar la justicia".
El decano emérito también se ha pronunciado sobre los efectos de la digitalización en la Justicia, asegurando que "son positivos pero no resulta suficiente el esfuerzo de informatización que se viene haciendo. Se necesitan mayores inversiones en nuevas tecnologías".
Por último, Gallardo ha dicho, en lo que se refiere a las medidas para mejorar la transparencia en el sistema judicial para fortalecer la confianza pública, que "la única transparencia posible es la de los datos estadísticos y el grado de satisfacción del ciudadano con el servicio que se le presta, que en la actualidad es ínfimo".
En cuanto a la confianza de la ciudadanía, ha asegurado, "sólo se podrá reforzar mejorando el servicio. Los españoles confiamos en la independencia e imparcialidad de nuestros jueces y eso es fundamental. Por lo demás la justicia se administra públicamente, salvo algunas excepciones legales, y los medios de comunicación difunden ampliamente las actuaciones judiciales que tienen interés mediático. Por fortuna, no hay oscurantismo y sí confianza en los jueces", ha concluido.
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