La festividad litúrgica de San Antón o San Antonio Abad, un santo egipcio que vivió de forma eremítica entre los siglos III y IV antes de Cristo. Hijo de una familia acomodada, al cumplir 20 años pierde a sus padres y decide desprenderse de todas sus posesiones materiales para vivir entregado a Cristo y retirarse del mundo. Precisamente es durante estos retiros cuando San Antón tiene varios encuentros con bestias salvajes y experimenta el amor divino a través de la observación de la Naturaleza y los animales. Cuentan que en una ocasión se le acercó un jabalí con sus cachorros ciegos. Ante esto San Antonio curó a los cachorros. De ahí que sea considerado el patrón de los animales y que en el día de su festividad muchos municipios de España celebran ceremonias de bendición de las mascotas.
En el arte sacro occidental, además, se representa a San Antonio Abad con un cerdo a los pies. De acuerdo con algunos especialistas, ese cerdo representa a los demonios que fue capaz de someter, aunque otras leyendas hablan de que el monje sanó y bendijo a una cerda y su lechón enfermo.
En Sevilla, como es tradicional, la hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina ofreció, una solemne función en honor de San Antón Abad en la capilla de la Divina Pastora, ubicada en la calle Amparo, número 13. En el transcurso de la función, un sacerdote bendijo todos los animales que fueron llevados por sus dueños a la celebración religiosa.
En ellos participaron decenas de personas acompañados por sus diferentes mascotas, desde los mayoritarios perros y gatos, pasando por conejos, tortugas y pájaros.
La Hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina convocó a la ya tradicional función en honor de San Antón Abad, patrón de los animales, en su Capilla de la Divina Pastora.
Durante dicha celebración se bendijo un año más a todos los animales que fueron llevados por sus dueños. Como es tradición desde hace ya años, perros, gatos, tortugas, hámster o pájaros, se dieron cita a las plantas de la Divina Pastora para recibir la bendición en el día de la fiesta del que es su protector.
Fotos Antonio Rendón Domínguez