Antonio Burgos ha fallecido en Sevilla a la edad de 80 años tras un proceso respiratorio
Muere Antonio Burgos, en directo: reacciones y último adiós al periodista y escritor
La literatura de Antonio Burgos
Antonio Burgos en una imagen de 2002, en su casa junto a fotografías de su vida profesional y familiar NIEVES SANZ
Sevilla
20/12/2023
Actualizado a las 20:17h.
Antonio Burgos ha muerto en su Sevilla natal a la edad de 80 años como consecuencia de una complicación de una enfermedad respiratoria crónica de la que estaba siendo tratado desde hace algunos años.
Antonio Burgos ha sido un periodista y escritor andaluz imprescindible entre dos siglos y una de las cumbres del articulismo en España. Poseedor de todos los grandes galardones de la profesión, además de Hijo Predilecto de Andalucía (2020) e Hijo Adoptivo de la Ciudad de Cádiz (2002), ha estado vinculado durante casi toda su vida al periódico ABC de Sevilla en el que ha escrito su artículo diario 'El Recuadro' hasta pocos días antes de fallecer.
Pionero en muchos campos de la profesión, fue el primer articulista con página web creada en 1997, como periodista analizó con crítica mordaz la actualidad política española sin olvidar su permanente idilio literario con su ciudad natal, a la que nunca le perdió el pulso, defendiendo sus tradiciones y patrimonio o sublimándola, hasta el punto de que se puede hablar de una 'Sevilla de Antonio Burgos', que está en el imaginario de la ciudad, cuya Semana Santa pregonó en el año 2008. Es la Sevilla que permanece en lo inmutable como «un nazareno del Silencio sobre un fondo de cal», explicaba. Amante de las tradiciones de la ciudad, bético declarado y aficionado taurino, Burgos es un nombre inseparable del de Sevilla.
El periodista y escritor ha fallecido en Sevilla a los xx años de edad. Hacemos un repaso gráfico de su vida profesional desde el Archivo de ABC
De padre alfayate, como le gustaba recordar, y madre zapatera, Burgos deja viuda, Isabel Herce, y un único hijo Fernando, tras una intensa vida dedicada a las letras. Sus inicios como periodista se remontan a 1966 cuando ingresó como redactor-confeccionador en ABC de Sevilla, donde había realizado prácticas como alumno de la Escuela Oficial de Periodismo. En esta época colaboró en 'La Codorniz' y 'Hermano Lobo', y ejerció la corresponsalía en Andalucía del diario 'Madrid' y de la revista 'Triunfo', colaborando también en 'Cuadernos para el Diálogo'. Tras participar en la fundación del diario 'Informaciones de Andalucía', en 1977 retornó a ABC como redactor jefe, y comenzó a publicar un artículo diario, transformando la vieja sección 'Sevilla al día' en su popular y leidísimo 'Recuadro', y creando la sección gráfica 'Casco Antiguo', donde con el pseudónimo de 'Abel Infanzón' realizó una importante labor contra la destrucción del patrimonio artístico y monumental de Sevilla.
Llévate de regalo la balconera de los Reyes Magos y la guía exclusiva "Sevilla en Navidad". Informar, analizar y opinar con libertad de criterio cobra un valor añadido de denuncia en defensa y protección de valores esenciales de nuestra convivencia.+ información¡Lo quiero!6 meses por10 €
Fue redactor-jefe hasta que en 1984 fue nombrado subdirector. Después de más de treinta años en ABC, dimitió de su cargo en mayo de 1990 y abandonó voluntariamente el periódico y su sección literaria. Se incorporó entonces como articulista a 'Diario 16' y comenzó a escribir en el semanario 'Tribuna' y en 'El Independiente Dominical'. En 1993 pasó como columnista habitual al diario 'El Mundo', en sus ediciones nacional y de Andalucía, iniciando también su colaboración en la revista 'Época'. También fue colaborador del programa Protagonistas de Luis del Olmo, de Onda Cero y de la revista '¡Hola!' donde tuvo una sección semanal, 'De rosa y oro'.
En octubre de 2000, tras conocer que la banda terrorista ETA pretendía atentar contra él se fue a vivir a Suiza. Ese exilio voluntario no duró más que un año. En una entrevista en ABC reconoció que en aquel momento le comentó a su mujer Isabel: «Mira, nos vamos a volver a Sevilla porque yo prefiero que me mate la ETA a que me mate la tristeza».
En septiembre de 2004 vuelve a la que siempre fue su casa periodística de ABC de Sevilla donde siguió publicando diariamente 'El Recuadro'.
En mayo de 1985 ingresó como académico de número en la Real Sevillana de Buenas Letras, en la que ingresó con un discurso sobre el Patrimonio Inmaterial de Sevilla. Fue también miembro de la Fundación Blas Infante, de la Cátedra Adolfo de Castro y del Ateneo de Cádiz.
Premios
Antonio Burgos ha sido recientemente distinguido con el Premio Andalucía de Periodismo por toda su trayectoria, cerrando una completa nómina de los grandes galardones de la profesión. En 1986 recibió el premio Pemán y el Mariano José de Larra. En 1988, el premio Mariano de Cavia, por su artículo 'Habanera gaditana para un Príncipe', que le otorgó un jurado presidido por Manuel Halcón e integrado por Fernando Lázaro Carreter, Horacio Sáenz Guerrero, José Joaquín de Ysasi Isasmendi y Jesús de las Cuevas. En junio de 1989 obtuvo el II Premio de Periodismo FIES para artículos sobre la Institución Monárquica. En 1990, el Premio Demófilo de la Fundación Machado, por su artículo «Las manos del Gran Poder». En el 2001, en Barcelona, el premio Almenara, por su defensa de los valores de la cultura andaluza. En octubre de 2003 el premio 'Joaquín Romero Murube', por su artículo «Farol de cruz de guía». En 2007 el González-Ruano de Periodismo. En 2014 gana el VII Premio Taurino «Manuel Ramírez» por un artículo sobre Pepe Luis Vázquez.
Política y andalucismo
Monárquico por convicción, figuró de joven en los círculos donjuanistas opuestos a la dictadura. Durante ese periodo, como estudiante colaboró en actividades del Círculo 'Jaime Balmes' y de las Juventudes Monárquicas, participando luego como profesional en la creación de los grupos democráticos CP S.A. y Alianza Socialista de Andalucía, integrados más tarde en la Junta Democrática de España y origen del Partido Andalucista, señalándose en la oposición andaluza contra la dictadura de Franco por sus artículos en 'Madrid' y 'Triunfo'.
Desde su inicio como periodista fue una de las voces más significadas en la defensa de Andalucía, que junto a Sevilla ha presidido su extensa obra periodística y literaria. Precisamente su ensayo 'Andalucía, ¿Tercer Mundo?', considerado como un aldabonazo a la conciencia popular sobre el subdesarrollo del sur, se convirtió en referente del pensamiento político y social en el tardofranquismo y fue clave para el resurgir del sentimiento autonómico andaluz. En su novela 'Las cabañuelas de agosto' (Premio Ateneo de Sevilla 1982) narró el asesinato de Blas Infante, historia que continuó en 'Las lágrimas de san Pedro'. En 'El contador de sombras' (1970) evoca la realidad de los pueblos andaluces. Esa obra fue inscrita por la crítica en el movimiento llamado nueva narrativa andaluza, que respondía a una generación de escritores jóvenes (Alfonso Grosso, Manuel Barrios, José María Requena, Luis Berenguer...) comprometidos con la recuperación intelectual de la identidad de Andalucía como comunidad con señas propias. Con 'El contrabandista de pájaros' obtuvo el Premio Ciudad de Marbella, concedido por un jurado presidido por Camilo José Cela.
Como escribió Ignacio Camacho, habitual compañero de página en ABC de Sevilla, Burgos ha ejercido «una convencida defensa de la dignidad de los andaluces. Una posición que ha respaldado siempre desde el compromiso con las libertades públicas y que ha asumido sin complejos a través de su presencia en medios de comunicación nacionales».
Burgos escritor
Su primer libro fue la obra poética 'Palabra en el vacío', publicada por la colección Alcaraván de Arcos de la Frontera, con prólogo de Rafael Montesinos. Otras obra suyas son 'Guía secreta de Sevilla', 'Folklore de las cofradías de Sevilla', 'Sevilla tuvo que ser' (con prólogo de Manuel Halcón). También publicó libros recopilatorios de sus artículos como 'Sevilla en cien recuadros' (con prólogo del arzobispo Carlos Amigo Vallejo) y 'Memorias de la vieja dama'. Otras obras son 'Mirando al mar soñé', 'Reloj no marques las horas', 'Jazmines en el ojal', con prólogo de María Dolores Pradera; su 'Rapsodia Española, antología de la Poesía Popular' y su popular 'Gatos sin fornteras', con 15 ediciones.
Autor de canciones, como la letra de las «Habaneras de Cádiz», y letrista de agrupaciones de carnaval de su otra patria, Cádiz; fue el primero que valoró en vida de Rafael de León la importancia literaria de sus canciones y de sus libros de poemas; escribió su biografía y reunió su obra en una antología-homenaje en 1980.
A la Semana Santa de Sevilla ha dedicado distintas obras, entre ellas 'Folclore de las Cofradías de Sevilla', 'Guía apasionada de la Semana Santa' y 'Diccionario Secreto de la Semana Santa', además del libro del Pregón de la Semana Santa de 2008, 'Los días del Gozo'.
Destacan igualmente su biografía novelada 'Curro Romero, la esencia' o la que publicó sobre Rocío Jurado ('Rocío, ay, mi Rocío') un año después de fallecer la cantante, o el libro dedicado a 'Juanito Valderrama Mi España querida'.
Antonio Burgos, a cuenta de sus orígenes visueños -su abuela era del Viso del Alcor, dejó apuntes biográficos en su web entre su enorme producción literaria: «Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, de un patio de vecinos, calle Pedro Miguel, barrio de la Feria, donde vivía en sala y alcoba mi abuela Josefa Carmona Falcón... ».
Su 'vieja dama', Sevilla, está de luto. El Recuadro es hoy una esquela. Descanse en paz Antonio Burgos Belinchón, escritor de Sevilla.