El mes de abril ha sido un mes de emociones, sentimientos y éxitos para la cantante hispano cubana Liuba María Hevia que acaba en estos días de regresar a España para continuar con sus prometedores proyectos en nuestro país y que se darán a conocer en breve.
A modo de resumen cabe reseñar la exitosa presentación en el habanero Teatro Martí de su nuevo trabajo discográfico Para volverte a ver, escenario que conoció lleno absoluto. Hevia apareció acompañada por excelentes músicos y una bella puesta en escena como caracteriza a todas sus actuaciones. Sobre esta presentación y otros eventos se ha expresado así Liuba María Hevia en su página de Facebook:
“Mi Isla instaura la magia en mi entrega, me hace mejor. Es savia que alimenta, proa, impulso. Nada iguala ese sentimiento.
Fui feliz en la intensa temporada vivida en abril. La octava edición de Alma creadora, ese evento que fundé, dirijo y sobre todo defiendo, la Presentación ante mi público de mi último disco Para volverte a ver, el más exigente de los públicos pero su amable acogida me hizo sentir que valió la pena. El placer inigualable que me habita cuando reparto Alegría a los niños y a las personas mayores.
Abril especial, único, al que agradezco la certeza de que la música puede ser esperanza. Gracias a todos los que contribuyeron con esta temporada de ensueño!!!”.
La artista también ha expresado en su muro las sensaciones del concierto de presentación de Para volverte a ver:
“El sábado, en el Teatro Martí culminó una jornada, que aunque agotadora me ofreció el mayor de los regalos, el privilegio del reencuentro con un público que siempre ha estado cerca.
Feliz de vivir una singular jornada de celebración de 40 años viviendo por y para la música, esa dama que siempre me enamora, me seduce y sostiene.
Imposible un sitio con mayor espiritualidad que el teatro Martí para presentar mi último disco “Para volverte a ver” y para realizar la octava edición de Alma creadora, evento que atesoro y defiendo, por su valor a favor de la creación femenina, que esta vez compartí con tres grandes colegas, Lazara Rivadabia, Camiela y Enid Rosales.
Gracias a todos los que hicieron posible esta otra edición de Alma creadora.
Mi gratitud infinita a mi equipo de trabajo, por la entrega y muy en especial a Misuko.
Gracias también a todos los que nos han apoyado, en esta jornada y a lo largo de 40 años de maridaje con la música, mi razón de vivir, mi mayor fortuna, a quien le debo todo cuando soy.
Y gracias sobre todo, por haber encontrado en mi día a día inspiración para construir mis sueños.”
La misma Liuba María también se ha hecho eco de una interesante crítica artística y musical del crítico cubano Frank Padrón Nodarse y que por su interés reproducimos para conocimiento de nuestro lectores
Liuba María Hevia: serenata bendita
· 24.04.2023
Así, como el título de uno de los tracks de su más reciente disco Para volverte a ver (2022) cayó en el auditorio, el concierto de Liuba Ma. Hevia el sábado 15 en el Teatro Martí de la capital, escenario que la cantautora encomió como poderoso emblema de su —nuestra— Habana entrañable. Se sintió como una serenata bendita en la medida en que desgranaba muchos de los temas de esta reciente entrega discográfica, y otros que le permitieron repasar sus cuarenta años de vida artística.
No hay que decir cuán fructíferos han sido, qué tanta poesía y música de las buenas nos ha entregado su autora a lo largo de esos decenios: ahí está su veintena de álbumes, junto a otras tantas presentaciones en vivo que nos la han entregado en cuerpo y alma, porque Liuba es de las que, sin alharacas ni efectismos, se da íntegra a ese público fiel que va siempre a su encuentro.
Como parte del evento Alma creadora, que fundara la artista en el 2015 con el fin de visibilizar la creación de las mujeres, se ofrecieron varios encuentros: uno infantil en el taller de Enid Rosales, quien participó como invitada en otro, en Bellas Artes, con un grupo de músicos que, aunque pequeño en formato, ensanchó el universo musical al punto de transmitirlo en todo su potencial melódico y armónico.
La atmósfera acústica empasta a la perfección con el nuevo disco que, paradójicamente, se abre a «ambientes electrónicos, aires de jazz latino y sonoridades nuevas en las que introduce el clarinete y la armónica y a una mayor presencia de timbres caribeños», como tiene a bien reconocer Lourdes Calafell en la nota discográfica.
Pero fue suficiente la presencia de un aventajado discípulo del maestro Efraín Amador, el también guitarrista Eduardo Corcho, en el laúd —instrumento esencial dada las recurrentes incursiones de la compositora en la guajira—; Arnulfo Guerra en el bajo, guitarras y voces; José Borges (flauta y armónica); y en los coros, la bajista Camiela Fellibert (joven trovadora de recia personalidad, timbre precioso y atendible vuelo autoral a juzgar por la canción propia que regaló). Músicos todos que, en esos y otros instrumentos están presentes en los créditos del reciente fonograma, grabado en el estudio Lucía Huergo y mezclado y masterizado en los Estudios Abdala.
Lo apreciado de Para volverte a ver fue suficiente para anhelar tener el disco en casa: la «profesión de fe» que esa hermosa pieza emite, la ternura de Así es tu amor, la fiesta lúdica que constituyen los Besos de café, o la honesta «ars poetica» que late tras Valga que sé, valga que soy.
Pero, recuento al fin, la trovadora intentó un apretado recorrido por las tres décadas y media de carrera, donde no faltaron momentos emblemáticos: el autohomenaje a los veinticinco años de un exitoso álbum (Del verso a la mar), del que proceden filigranas como Si me falta tu sonrisa o Ausencias, grabada entonces junto a Silvio Rodríguez y que ahora llegó a dúo con una colega de rango: Lázara Rivadavia, quien nos agasajó también con Para qué más, uno de sus preciosos boleros.
Y claro que estuvo la canción infantil, junto a la confesión del privilegio infinito que implica trabajar para «esos gigantes» que son los niños y en este bloque un hit que los trasciende, Estela, granito de canela. Valga reconocer de qué modo ese lenguaje ha calado hondo en su ADN autoral, que a veces canciones «adultas» se nutren de él, junto al vasto imaginario bucólico al que con frecuencia acude (Con un ramito de mejorana, oportuno opening).
La cantautora se prodigó en homenajes: a Eusebio Leal, mentor de quien con Ángel y Habaneras —disco y pieza— reverenciara a esta amada capital y al género de raíces hispanas al que tanto ha aportado; a Miriam Ramos —en su faceta de gran compositora que ha sido injustamente relegada por la gran intérprete que es—; a Pablo Milanés, con el que grabara uno de sus inolvidables dúos; al abuelo asturiano que la llevó a enhebrar finamente Con los hilos de la luna… Hermosa la ofrenda de honores a los migrantes que en todos los tiempos han sido.
No faltó su cara y agradecible faceta como intérprete de tangos (Cambalache, de Santos Discépolos) ni la impronta de Silvio, referente ineludible, quien llegó desde el reclamado encore (Te doy una canción).
La participación destacada de Liuba en el videoclip, permitió que varios de ellos, respaldando muchas de las piezas que sonaron en el concierto, se incorporaran al diseño de escena desde lo audiovisual, enriqueciendo su imaginería.
Y ella, plena desde su voz que siempre se recibe como sencilla pero sincera caricia, desde el diálogo inteligente y justo, nos entregó una tarde-noche que sólo podía ser coronada con los abundantes y prolongados aplausos que cerraron la Serenata Bendita de esa alma (intensamente) creadora. Foto tomada de la página de Facebook de Liuba María Hevia
Enlace a resumen de sus actividades:
https://youtu.be/Z3wuKbFo604