La diputada provincial, Carmen Álvarez, afirma que un proyecto de esta envergadura debe contar con el consenso previo de las administraciones afectadas y el respaldo de entidades como la Universidad de Cádiz
Izquierda Unida llevará al Pleno de la Diputación de Cádiz el polémico proyecto de instalación de un parque eólico marino a escasos metros de las costas de Rota y Cádiz que está siendo tramitado por la empresa Bahía de Plata Real State 2017, SL ante la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.
La diputada provincial de Izquierda Unida en Cádiz, Carmen Álvarez, ha registrado una proposición para la sesión ordinaria del mes de febrero en la que propone al Pleno que muestre “su apoyo a la energía eólica pero el rechazo preventivo al proyecto para la instalación de un parque eólico marino frente a las playas de La Caleta, en Cádiz, y de la Costilla, en Rota, mientras existan dudas e incertidumbres sobre el mismo, así como el consenso social e institucional necesario en los tres municipios afectados por el proyecto”.
La portavoz de IU en la Diputación afirma que el proyecto de parque eólico que pretende instalarse en plena Bahía de Cádiz “puede tener un alto impacto tanto medioambiental como paisajístico en su entorno, como ha reconocido la propia empresa. A una distancia de unos seis kilómetros de la playa de La Caleta, frente al Castillo de Santa Catalina y a unos cuatro de la playa de La Costilla, en Rota, resulta evidente que afectará visualmente al paisaje”. Afirma Álvarez, que, “a diferencia de los mares nórdicos, en muchas zonas del litoral español, el paisaje es un elemento clave de identificación y vínculo, tanto para la población local como para los millones de turistas que visitan nuestras costas a fin de obtener los beneficios que nos propicia el medio marino”.
Asimismo, tras ponerse en contacto con Ecologistas en Acción, la diputada de IU apunta que la asociación ecologista considera que el proyecto arroja muchas incertidumbres; “señala la inexistencia de subestaciones eléctricas capaces de evacuar la electricidad que se genere, otro de los problemas técnicos son los mono pilotes que se clavan en el fondo hasta una profundidad de 30 metros, y por último, la ubicación que propone la empresa es una zona de altísima riqueza en aves que podrían estar en peligro dada la altura de los aerogeneradores”.
Álvarez, además, recrimina que este tipo de proyectos no cuenten con la experiencia de entidades como la Universidad de Cádiz y recuerda que “en noviembre de 2009 celebró unas jornadas en cuyas conclusiones consideró que los aerogeneradores han de construirse a más de diez kilómetros de la costa”. Finalmente, la portavoz de IU indica que “este proyecto ha sido cuestionado por los tres ayuntamientos afectados, incluso por la propia presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, encargada, entre otras administraciones de su tramitación y tampoco la ciudadanía ha tenido la posibilidad de manifestar su opinión, como pudo hacer en proyectos anteriores en comarcas como la Costa noroeste, la Bahía de Cádiz o la Janda. Conviene recordar que la Diputación de Cádiz acordó recomendar que para que se produzca la instalación de este tipo de proyectos debe haber consenso social e institucional”.
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