La Esperanza de Triana ha amanecido en este tercer domingo de Cuaresma ataviada para la celebración de su septenario, unos cultos que se harán en la capilla de los Marineros, hecho que antes solo sucedió en 1972, hace 49 años, con motivo de las obras de restauración que se acometían en la parroquia de Santa Ana.
El pasado año no hubo septenario al decretarse el estado de alarma a causa del Covid-19, así como del obligado confinamiento, mientras que este año la Virgen no irá a la Catedral de Triana ante la crisis sanitaria, donde se impide el traslado público de las imágenes.
La Esperanza está en su camarín, sobre la peana de salida que hiciera el taller de Villarreal. «Desde la ubicación de la Santísima Virgen descienden las tradicionales gradas de los altares de cultos sevillanos, distribuyendose por las mismas una abundante candelería para formar una cascada de luz que queda interrumpida en los extremos laterales por sendos estípites con jarras con flores».
Siguiendo con el plan de altar instalado para la Virgen, figura la reliquia de San Juan Pablo II, envuelto sobre «un candelabro decimonónico en forma de media luna y a sus pies las tradicionales sacras, las cuales, a día de hoy, no poseen una función real, manteniéndose su uso en nuestra ciudad por preservar la estética de los antiguos aparatos de culto preconciliares. Y escoltando este plan de altar, aparecen unos esbeltos pedestales que sostienen los candelabros de plata de diez luces».
El frontal de la mesa de altar ha sido revestido de una frontal de factura italiana, «bordado en oro fino sobre tisú de plata y realizado a finales del siglo XVIII, habiéndose adquirido recientemente esta pieza por parte de la hermandad para ampliar su ajuar de cultos. Flanqueando y delimitando el presbiterio, se han colocado sendas parejas de blandones dorados, que escoltan jarras con flores y amplían el conjunto hacia las naves laterales».
Luce la Virgen el manto azul que diseñara Antonio Peláez en 1998, ejecutado por el taller de Fernández y Enríquez. Asimismo, lleva la saya de Caro de 2018, reproducción de la antigua realizada con bordados de un traje de luces de Juan Belmonte. Completa el ajuar la toca de sobremanto de Benjamín Pérez, la corona de Jesús Domínguez, siendo enriquecida por joyas de la Esperanza, mientras que el fajín es de Juan de Borbón, el abuelo de su Majestad el Rey Felipe VI.
A las 19 horas de la tarde tiene lugar el culto en la capilla de los Marineros, prolongado hasta el 13 de marzo. La sagrada cátedra la ocupa el padre Adrián Sanabria Mejido. El domingo 14, función principal de instituto a las 10 horas, estando presidida por Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla.
Fotos Archivo de la Hermandad