hace 3 años
Nos permitimos esta nota humorística, porque Servando es de esas personas que tienen la poco corriente virtud de saber aceptar de buen grado las bromas y... por otro motivo que solo puede conocer quien ha visitado la lejana y misteriosa tierra de Transilvania, en Los Cárpatos.
Desde aquí le deseamos lo mejor en su más que merecida jubilación, a la que llega en plenitud de condiciones y también con un acúmulo de experiencia y sabiduría que no deberíamos desaprovechar. Le echaremos mucho de menos, o no,... porque sabemos que siempre estará ahí. Con gente como él no hay duda de eso.
Puede parecer extraño, pero en esta hora tenemos que destacar por encima de todo su absoluta lealtad, una cualidad humana en la que hoy en día se repara poco, pero que distingue, sin duda, a las mejores personas.
Quienes hemos trabajado con él, este departamento municipal y una infinidad de colectivos sociales hemos disfrutado durante muchos años de su implicación y entrega total (como decía la canción, ‘sin horario ni fecha en el calendario’), algo cada vez menos común en estos tiempos tan dados al egoísmo y la falta de compañerismo.
Fiel a su estilo, hemos podido ver cómo en sus últimas horas como empleado en activo aún se afanaba por hacer unos últimos servicios a la patria. Cada cual tiene su patria y la nuestra es esta humilde radio de pueblo, que es como un órgano de ese cuerpo humano que es Chipiona. Un órgano que siempre hemos querido que esté colocado cerca, muy cerquita, del alma de esta tierra.
Pocos lo saben, pero va para 40 años que Servando participó activamente en la gestación de un movimiento que dura hasta hoy y que unió a las emisoras municipales andaluzas para democratizar unas ondas que hasta entonces eran colonizadas por los grandes medios nacionales. Su legado sigue ahí, más vivo que nunca y...dando guerra, que es lo que toca.
Dicen que en el futuro que nos va atropellando sin misericordia los empleos se valorarán más que por los conocimientos por otras destrezas, como la capacidad de trabajar en equipo, saber escuchar, el compañerismo y la empatía o el saber estar en la posición que corresponde en cada momento. Qué bien nos ha venido que todo eso Servando ya lo trajera de fábrica.
Felicidades y gracias compañero.
Eres un muchacho excelente.
SevillaPress
