Hace ya más de setenta años, en terrenos de la bodeguera familia Caballero, situada en la finca denominada como “Las Cruces”, se creó la primitiva Ermita del Pinar, donde se inició lo que posteriormente pasó a ser la “Romería de Nuestra Señora de Regla del Pinar”.
Un grupo de personas del campo, la Comunidad de Franciscanos de Regla, y la Casa o Familia Caballero, deciden crear una “Capilla-Escuela”, un lugar donde impartir clases y educación religiosa a los niños de las familias que vivían en estos pagos, que por motivos de mala comunicación existente entonces, les resultaba imposible asistir a los colegios de Chipiona.
A finales de los años cuarenta, el franciscano Padre Juárez, se plantea la necesidad de hacer realidad esta labor misionera en el campo de Chipiona. Fue el verdadero creador de esta labor cultural, cristiana y humanitaria en el Pinar, el fundador de esta Escuela, para que los niños del campo recibieran clases en ella.
Con el Padre Juárez al frente, la comunidad franciscana realiza una gran labor en el campo de Chipiona. La labor social y educativa que siempre caracterizó a esta congregación desde sus principios en Chipiona.
Una vez concretada con la familia caballero, la cesión de un lugar en su finca de “Las Cruces”, para la construcción de una Capilla-Escuela, donde impartir clases a estos niños y jóvenes del campo, el padre Juárez solicita ayuda al Ayuntamiento en dos cartas dirigidas al Alcalde que aún se conservan en el Archivo Municipal.
La colaboración, de tantas y tantas personas como Teresa Saénz Rodríguez, Caridad Rodríguez Blanco, Manolita Gutiérrez, Carmen Florido, Eulogia Jiménez, Esperanza Martín, y otras muchas que años tras años trabajaron altruistamente en la educación y preparación religiosa de los habitantes de esta zona del campo chipionero.
Los comienzos de la Romería del Pinar contaron desde un principio, con el apoyo de la Hermandad de San Isidro de Rota, los cuales participaban en la procesión y en los actos de la Hermandad del Pinar.
La actual "Fiesta del Pinar" tiene su origen a raíz del año 1948, fecha en la que se inauguró la Capilla-Escuela, con la presencia de una Virgen de Regla propiedad de Dª Encarnación Redondo.
Desde el siguiente año de 1949, en torno a la Escuela Rural del Pinar de la Fundación Luis Caballero, se le rendía culto a una imagen, propiedad de esta misma Fundación.
En esta época y bajo la dirección de D. Luis Caballero, ex alcalde de Chipiona. Se organizaban unas fiestas camperas, en las que participaban sobre todo eso, personas del campo que vivían en las cercanías y alrededores del Pinar.
Esta fiesta se organizaba durante el mes de septiembre, para conmemorar el final de la campaña del campo, antes de comenzar el nuevo curso escolar en la Capilla-Escuela que estaba dedicada a impartir clases a las <<gentes del campo>>, de cualquier edad. En ella se oficiaba misa todos los domingos.
En un principio, por la mañana, después de una Misa solemne, se inauguraba, en presencia de las autoridades y fundadores, el nuevo curso escolar. La Escuela-Capilla, contaba con unos sesenta alumnos de asistencia diaria, en una clase mixta y con otros tantos, en la alterna nocturna de jóvenes, a partir del curso 1951-52, fecha en la que se instaló la luz eléctrica que tan necesaria era para ello, pues hasta entonces se iluminaba la Escuela con métodos arcaicos y primitivos.
La antigua Capilla-Escuela del Pinar, representa para muchos de los habitantes de esta zona, no sólo el lugar donde recibieron la primera enseñanza, sino donde recibieron también su primera comunión, conocieron a sus primeros amigos, y tuvieron sus primeros contactos con la sociedad chipionera.
A partir de aquí, un grupo de alumnos, pertenecientes a las clases nocturnas, entre ellos Antonio Solís González, Rafael Lorenzo Domínguez, Manuel Mellado Rey, Fernando Benítez García, José Castro Carrera y José Cruces Rivero, animados por el entonces director espiritual de la capilla, Padre Emilio Mª Alonso del Prado, se propusieron crear una hermandad a principios del año 1961. A este grupo se les uniría días antes de la primera romería, Manuel Marchena Query como delegado de festejos.
Corrían los primeros años sesenta del pasado siglo, cuando se creó la primera hermandad, en ella formaban parte prioritariamente personas del campo. Al año siguiente, a primeros de marzo de 1962, se conseguía la aprobación canónica por el Arzobispo de Sevilla, D. José Mª Bueno Monreal.
Y es a raíz de la constitución de la hermandad, cuando se decide realizar una romería, llevando la Virgen al pueblo para luego regresar andando en procesión hasta su Capilla.
En estos primeros años, esta romería no salía del Santuario de Regla, como se realiza hoy en día, sino de la Parroquia Ntra. Sra. de la O, entonces regida por el Párroco Ángel Romero Castellano, que visitaría el Pinar con Monseñor Cirarda (Obispo de Sevilla), proponiendo un recorrido diferente al actual.
La Virgen salía de la Parroquia, pasaba por la calle “Tolosa Latour” hacia la calle del “Castillo”, buscando la “Plaza de Abastos”, o la calle “Isaac Peral”, para seguir por “Miguel de Cervantes”, “Avda. Ejercito” y “Ctra. de Rota, hasta llegar al “Pinar”.
La convivencia de la Comunidad Franciscana con las familias del campo era muy intensa, compartiendo sus problemas, sus necesidades y su tiempo con ellos. Las visitas a las familias más necesitadas, para preocuparse por el devenir de su vida, era constante.
Tras varios problemas habidos con la familia Caballero, y los numerosos inconvenientes que se objetaban para seguir sacando la Imagen de la Virgen, se dejó de celebrar la fiesta en la Capilla-Escuela de la finca de las Cruces.
El Ayuntamiento de Chipiona, dado que la Hermandad no disponía de ningún local adecuado donde poder atender sus servicios religiosos, culturales y sociales, cedió a la Hermandad, el “Aula Escolar” del Pinar de la Villa, donde permaneció al culto y exposición una nueva imagen durante algunos años, hasta la construcción de la actual Ermita, celebrándose allí la romería durante tres años, hasta que el 9 de noviembre de 1980 se construyó la actual Capilla en el lugar donde hoy se encuentra.
Por iniciativa de D. Antonio Rodríguez Caballero, la Hermandad solicita del Ayuntamiento la concesión de unos terrenos, donde poder llevar a cabo la construcción de una Capilla, en el pinar denominado “Peritanda”, terrenos propios del municipio. Esta petición fue atendida y el Ayuntamiento en Pleno, en sesión Ordinaria del día 25 de abril de 1978, concede autorización para la construcción de la Capilla. Diez años más tarde, en 1990, se terminó la "Casa Hermandad" adjunta a ella.
Del mismo modo, como la primitiva Imagen que se sacaba, era propiedad de la familia Caballero, la hermandad logró en 1977 una Imagen propia, obra de un franciscano del Santuario de Regla llamado fray Francisco Fernández, que posteriormente pasaría a las misiones franciscanas del Perú.
La fecha de celebración de la romería también ha sufrido cambios, mientras en un principio se realizaba a finales del mes de septiembre, una vez acabada las labores de la vendimia, desde hace ya bastantes años (1971), se viene celebrando el primer domingo de junio, debido principalmente, a que las lluvias que se producían durante el mes de septiembre, obligaron a suspenderla en bastantes ocasiones al domingo más próximo.
Tras más de medio siglo de existencia, el auge por esta fiesta entre los chipioneros ha hecho que hoy en día, la hermandad y la fiesta no se parezcan demasiado en su estructura a la que fue en sus orígenes; la procedencia de sus componentes, que inicialmente eran gente del campo, hoy son en gran cantidad hermanos del pueblo. Es una fiesta en constante evolución, de cambios continuos, en lo referente a fiesta en sí, como en lo concerniente a la hermandad. Evidentemente las necesidades culturales, sociales y económicas de hoy son distintas a las existentes en un principio.
Tras la misa de romeros, realizada por uno de los pilares más firmes de esta fiesta, el Padre Pedro Pino Cámara, la hora de charlar con los amigos, de reunirse los grupos familiares de tomar unas copas, de hacerse la foto ante la Virgen, de participar en los diferentes concursos, etc., en fin, de pasarlo bien.
Cada cual acudía a la romería en el medio de transporte que más fácil le resultaba. Durante años la gente acudía en autobuses de la empresa de “Los Amarillos” o en el “Ferrocarril”, que a su paso por el Pinar, hacía una parada para que los romeros pudiesen acudir a ver a la Virgen de Regla del Pinar.
Para terminar decir que los responsables de que esta fiesta de Chipiona, haya alcanzado este éxito, en ascenso continuo desde su creación, han sido junto con sus Juntas de Gobiernos, los hermanos mayores de esta Hermandad:
Antonio Solís González, Francisco de la Rosa Sánchez, Cayetano Bernal Ruiz, Luis Mellado Martín, Lucas Pereira del Moral, Joaquín Rivera Camacho, Antonio Dorantes Piñero, Juan Carlos Claver Egler, José Antonio Solís Herrera y de nuevo Juan Carlos Claver Egler.
Y los sacerdotes que han desempeñado el cargo de directores espirituales: Francisco Juárez, Francisco Peñuela, Emilio Mª Alonso del Prado, Francisco Candón, José Caballero Puyana, Ángel Angulo, Santiago Rincón, Pedro Pino Cámara, José Ricardo Gallardo y Juan José Rodríguez Mejías.
Juan Luis Naval Molero. Cronista Oficial de la Villa de Chipiona.
Para ver anteriores publicaciones:
http://chipionacronista.blogspot.com.es/