Un seguidor incondicional y anónimo, uno más de miles, quizá de millones de ellos que nunca pudieron mantener un contacto directo con Rocío Jurado. En eso se convirtió anoche Agustín del Moral para abrir con su exaltación la semana cultural dedicada a la universal artista chipionera. Para ello no tuvo más que dejar hablar al corazón, ese que no miente nunca y que te dice que estás permanentemente enamorado de la artista.
Esas innumerables personas sin nombre, señaló Del Moral, eran el motivo de que Rocío subiese a un escenario cada día y se entregara sin descanso. Esas de las que decía la Jurado que sabían de ella más que ella misma, esos que “morirán con esa bendita locura”. Exaltarte, le decía, se ha convertido en una necesidad.
Hilvanado por canciones que son parte de su propia historia vital, Agustín del Moral fue lanzando al aire vivencias en la casa del 'Pililla”, con el leal Juan de la Rosa y reflexiones de la misma Rocío para llegar definitivamente al templo que es ese museo que conoce palmo a palmo y que imaginó inaugurado “por y para la eternidad”.
En ese acto inaugural de la Semana Cultural de Rocío Jurado, el empresario y diseñador chipionero fue presentado por su amiga Juani Bernal, contó con el baile de Vanesa Reyes y una voz, la de Cintia Merino, que cautivó al público con su garra y su personalidad.