La ermita de Peritanda acogió el pasado sábado el pregón de la Romería del Pinar 2018 que fue oficiado este año por Joaquín Rivera Camacho, que contó con una muy aplaudida presentación a cargo de su propia hija María Luisa Rivera Murga, que ofreció una palabras llenas de sentimiento y poética.
Joaquín Rivera rememoró los orígenes y la evolución de la Romería con referencia expresa a los directores espirituales de la Hermandad entre los que hubo especial mención para el Padre Pedro Pino, con quién el pregonero coincidió en su etapa como hermano mayor, del año 1992 a 1996. Sobre la Hermandad del Pinar afirmó que es una de las cosas que más le han hecho disfrutar en la vida y destacó el valor de la verdadera hermandad que se vive en su seno.
Una parte muy especial del pregón fue reservada por Rivera para mostrar su agradecimiento y “entregar un trozo de su corazón” a quienes le acompañaron en su junta de gobierno en lo que definió como “cuatro años de satisfacciones”. Un pasaje muy emotivo del pregón en el que tuvo palabras entrañables para cada uno de ellos.
No faltó el recuerdo para Rocío Jurado y aquel 1 de junio de 2006 cuando el pregonero y su gente recibieron la noticia del fallecimiento de la chipionera universal por las arenas de Doñana camino del Rocío.
Pero el momento cumbre fue para la Virgen de Regla con la que Joaquín Rivera se comprometió a llevar su mensaje de amor y esperanza en estos difíciles tiempos.
Las palabras del pregonero contaron durante todo el acto con el complemento musical que es consustancial al sentido de la Romería del Pinar. Para ello, se sumaron las voces del Gordo Prospín, Malandar, Javi de Los Lirios y Lidia del coro Nazaret.