Los Marqueses de Griñón, visitaron el salón Internacional del Caballo, justo cuando se cumplían cuatro meses de su boda secreta, el 22 de Julio. Carlos Falcó y Esther Doña, viven en una permanente luna de miel, las muestras de cariño y complicidad entre ambos son continuas.
Carlos, a sus 80 años, parece haber recuperado juventud e ilusión, su esposa Esther, de 39 reconoce que el Marqués siente predilección por los antioxidantes naturales:
-“Carlos se mantiene joven por los antioxidantes del vino y del chocolate que le encantan, y también el aceite”.
Precisamente en la finca en la que el matrimonio vive se dedican al cultivo de la vid y del olivo, que forman parte de su día a día.
Esther acompaña a Carlos en todos sus viajes, desde que se conocieron en Málaga en un evento de vino prácticamente no se han separado.
Para ella fue especial la visita a Sevilla porque según recordó:
-“Mi marido nació en Sevilla, en el palacio de Dueñas, por eso venir aquí con él me hace especial ilusión”
Los dos pasearon de la mano contemplando los ejemplares de caballos, sorprendió el look de Esther, con altísimas botas de última moda y abrigo de terciopelo camel.
Por la noche, tras asistir al espectáculo ecuestre acudieron a la cena de gala que tuvo lugar para lo cual Esther optó por el negro y favorecedor color verde que hacía juego con sus ojos.