El segundo de la tarde fue un buen toro al que cuajó cerrado en tablas, primero en redondo por el derecho, muy ligado y vertical. Por el izquierdo, el toro protestó más. El temple y la despaciosidad levantó los olés de la plaza. En el final genuflexo puso al público en pie. Tras el pinchazo y la estocada entera paseó la primera oreja. Otra más cortó al cuarto, un burraco, veleto, astifino, agarrado al piso y de escaso recorrido. Fue ahormando la embestida hasta instrumentar muletazos de uno en uno, de perfil, con gusto y muy por encima de las condiciones del animal. Mató de pinchazo y media estocada y le sonó un aviso.
David Mora sorteó en primer lugar un toro encastado y con clase, con el que la labor no terminó de tomar vuelo. Lo pasaportó de estocada entera trasera y caída. En el quinto de la tarde, se levantó mucho viento y condicionó mucho la labor. Fue cogido al entrar a matar y durante la lidia del sexto pasó a la enfermería.
Varea confirmó con Rocoso. Al toro le faltó humillación y la faena no tuvo transmisión. Tras la estocada tendida fue silenciado. El último toro de la tarde recibió un buen puyazo y tomó el segundo a distancia. Alegre en banderillas, se desplazó mucho y bien en la brega. Tras el brindis al público, se le vino de lejos. Volvió a molestar el viento y le recortó el viaje en los muletazos. Tuvo una embestida rebrincada al tocar el engaño. Por el izquierdo el confirmante arrastró más la muleta y logró naturales largos. Hubo también una última serie por el derecho a destacar. Pinchó y le sonó un aviso.
Asistencia: No hay billetes - 23.624 espectadores