
El torero Manuel Escribano ha sido el único torero en cortar una oreja en la primera tarde de la feria de Nîmes. Ha cortado la oreja de su primer toro de La Quinta. Un toro que tuvo muchas cualidades: temple, ritmo, clase y profundidad en las embestidas. Manuel Escribano lo recibió con buenas verónicas. Después de un buen tercio de banderilleras el torero de Gerena hizo una faena larga con muletazos profundos por ambos pitones. El torero se encontró muy a gusto lo que transmitió alegría en las gradas. Mató de una entera después de una tanda muy asentada cortando una oreja.
No tendría la misma fortuna con su segundo toro. Un animal sin clase que no humilló nunca en la muleta del maestro. El matador no pudo gustarse y tuvo que abreviar.
Rafaelillo no ha tenido muchas opciones de triunfo con su lote. El toro que abrió plaza no tenía ninguna fuerza. A pesar de una gran nobleza, el animal no pudo aguantar la lidia y Rafaelillo no pudo hacerle la faena esperada. Ovación.
Su segundo toro ha sido un animal más violento de lo que parecía más adecuado al toreo de Rafaelillo. Desgraciadamente, la faena no tomó vuelo y el toro acabó apagándose. Mató de un pinchazo y de una estocada entera.
El torero Román tampoco tuvo mucha suerte con sus dos oponentes. Su primer toro, manso, andaba mucho y Román no pudo estar totalmente a gusto con él. Sin embargo, el valenciano dio la cara y puso todo de su parte en una actuación muy digna. Mató recibiendo aunque la espada quedó caída. Su segundo toro tampoco le ayudó y desarrolló hasta cierto peligro sordo en la muleta del joven que otra vez sin rendirse, demostró un aguante escalofriante. Román dejó muy buenas tandas por el lado derecho pero la faena no transmitió emoción en las gradas y todo se quedó en silencio.
Ficha del festejo:
Coliseo Romano de Nimes. Media plaza. Toros de La Quinta.
Rafaelillo. Ovación y silencio.
Manuel Escribano. Oreja y silencio.
Román. Silencio y silencio.

