Cristina Heeren ya ha cumplido su sueño. Y ahora lo comparte en sociedad. La mecenas norteamericana inauguró oficialmente la noche del 16 de mayo de 2017 en la sevillana calle Pureza, corazón del barrio de Triana, la nueva sede de su Fundación de Arte Flamenco. Un centenar de representantes de instituciones políticas, económicas, culturales y sociales la arroparon en esta puesta de largo, celebrada en el coqueto salón de actos. Con una reproducción de ‘Baile en el Café de Novedades’ de Sorolla como telón de fondo, Heeren presidió una gala que, al mismo tiempo, sirvió de conmemoración de los 20 años de historia de su Escuela de Flamenco y de presentación del nuevo ciclo de Concursos Talento Flamenco, organizado en colaboración con Acciona y la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales. En su discurso, recordó los orígenes del proyecto y dio las gracias a ambos patrocinadores, animando “a otras entidades a seguir el ejemplo”. El secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Eduardo Tamarit, fue el encargado de cerrar la mesa de clausura, tras las intervenciones de Carmen Castreño, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, y de Ricardo Gil-Toresano, subdelegado del Gobierno en Sevilla. Todos coincidieron en alabar y comprometerse a apoyar desde la administración pública la desinteresada labor de Cristina Heeren en pro de la enseñanza del arte andaluz, cuyos frutos ejemplificaron en escena dos jóvenes artistas salidos de las aulas de su escuela: la bailaora Luisa Palicio y el cantaor Manuel Lombo.
“Hace 25 años nació la idea, la expresó José Luis Postigo y rodeada, por suerte, de muy buenos amigos y artistas, la fui concretando. Se trataba de ofrecer una enseñanza completa del flamenco, este arte único y peculiar que me sedujo cuando era niña, a aficionados del mundo entero”. Cristina Heeren recordó con estas palabras el origen de su Fundación de Arte Flamenco en el acto institucional con el que inauguraba su nueva sede en Triana. Tenía frente a ella, estrenando un salón de actos con decoración inspirada en la Sevilla del 29, a más de un centenar de invitados institucionales, políticos, empresarios, fundaciones, ONG, los patronos de la Fundación y profesores de su escuela, a quienes agradeció su “generosidad y dedicación”. También tuvo palabras especiales para quienes la apoyan en uno de sus nuevos proyectos, los Concursos Talento Flamenco, que se celebran entre mayo y julio en nueve ciudades andaluzas con la colaboración de Acciona y la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales vía Instituto Andaluz del Flamenco. Por ello, dijo que “hoy estoy celebrando más que un aniversario”.
Son veinte años ya los que cumple su Escuela de Flamenco, que ahora se ve engrandecida en este nuevo edificio de 1.500 metros cuadrados que, respetando la estética de las casas-palacio tradicionales sevillanas, está diseñado integralmente para la enseñanza del cante, el baile y la guitarra. De lo que sucede cada día en las aulas dio cuenta la directora académica, Pepa Sánchez, responsable del nuevo plan de estudios, que actualmente cursan casi 100 alumnos, entre andaluces, de otras regiones españolas y extranjeros de 40 países. La doctora en Flamenco explicó que se trata de “un plan de estudios sólido que permite a todo aquel diamante en bruto que atraviesa las puertas de su escuela, hacer acopio de recursos, técnicas, repertorios... y nutrirse del arte, de la experiencia y de la sabiduría de nuestros profesores”. A su lado tenía, como ejemplo, a Antonio Molina ‘El Choro’, que estudió en la Fundación gracias a la beca que ganó en un concurso. Lo mismo que le sucedió a Luisa Palicio, que ilustró la gala con un baile por alegrías con bata de cola y mantón, acompañada por Manuel Romero al cante y José Manuel Martos a la guitarra. Y fue otro joven artista forjado en estas aulas, quien cerró la gala: Manuel Lombo, interpretando malagueñas y bulerías junto al joven tocaor Jesús Rodríguez.
En sus intervenciones clausurando el acto, los tres representantes de las administraciones local, autónomica y nacional, coincidieron en sus alabanzas a la “extraordinaria labor” de Cristina Heeren, así como en comprometerse a apoyar desde la administración pública su desinteresado trabajo en pro de la enseñanza del arte andaluz. La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Carmen Castreño, dio la bienvenida a la Fundación a Triana, destacando el “gusto exquisito” de las instalaciones y dando acogida desde el distrito que coordina y desde Sevilla a los alumnos internacionales de la escuela. El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, subrayó “el esfuerzo” de la mecenas, y se comprometió a “ayudar para que el flamenco se reconozca como una formación reglada”. Y, cerrando el acto, Eduardo Tamarit, presentó los Concursos Talento Flamenco, haciendo mención a la participación de Acciona como patrocinador, y reconoció que la Fundación realiza gran parte de la “labor de protección del flamenco” que la propia Junta de Andalucía tiene comprometida en sus estatutos.
El acto institucional es el primero de los previstos por Cristina Heeren para compartir su sueño. La siguiente cita en este mismo salón de actos será el jueves 18 de mayo a las 20:00 horas, cuando se celebre la final del Concurso Talento Flamenco de Cante por Soleá “Naranjito de Triana” 2017, que se disputarán cinco jóvenes cantaores provenientes de Andalucía, Extremadura y Cataluña. La entrada será libre hasta completar aforo. Poco después, la Fundación está fraguando un acto para el mundo del flamenco. Y tampoco quiere olvidar la hispanista al barrio de Triana, donde el destino ha querido que esté su Escuela de Flamenco.