Con aforo completo la cantante linense cautivó al auditorio deseoso de escuchar las canciones de La más grande.
Era la crónica de un éxito anunciado. Con un aforo de 1800 butacas completas y una operación mediática comparable a la Clinton, estaba asegurado la apoteosis. Pero en verdad faltaba ver a Erika Leiva en el escenario, sola frente al mundo, a un público entregado pero a la vez exigente y que no podía ni debía defraudar. Acompañada de 12 músicos a las órdenes del prestigioso maestro Daniel Matas, la cantante linense se enfrentó a un toro mihura como era el homenajear a Rocío Jurado con motivo del décimo aniversario de la desaparición de La más grande.
Erika Leiva lo dio todo en el escenario, se partió el alma en él, le faltó como a Raphael cantar el cochecito lerén porque por lo demás lo cantó todo. Copla, balada, flamenco y ese dúo excepcional con otro personaje no menos excepcional, Manuel Lombo, todo un acierto el nombrarlo para colaborar en ese majestuoso concierto. Para éste que escribe la aparición de Lombo fue todo un acontecimiento que dio verdadera calidad al espectáculo.
El concierto de Erika fue un exceso, igual que los que protagonizaba la Jurado. Más cómoda en la copla, bien en la balada y el detalle flamenco. Un vestuario muy escogido para cada momento del espectáculo y una cuidada selección de videos de La Más Grande, lástima que la joya de Vendimiadora de Estrellas, de la artistaza Isabel Fayos, fuera reproducido con fallos de sonido.
Leiva no estuvo sola en el escenario, le acompañaron la Coral de la Salle Viña, la comparsa de Chipiona con el gaditano Antonio Martín y el hallazgo del bailarín Juan José Díaz, una maravilla con el mantón y que arrancó ovaciones.
Dos horas y tres cuartos de concierto sin descanso con más de 140 artistas en el escenario y gran parte del repertorio de la Jurado y el colofón del tema Sevilla, dieron para un concierto a recordar en muchos años. Admiradores de La Línea, su pueblo natal, de Chipiona con RJ La Más Grande, y de toda la geografía nacional, llenaron un aforo impensable meses antes.
Erika Leiva, artistaza en el sentido completo del término .Ahora tiene que desoír cantos de sirena, de consejos de fanáticos, ser ella, volar artísticamente hablando.