
Un día el empresario chino WANDA Jianlin aconsejado por sus asesores puso a España como objetivo para algunas inversiones europeas. A los chinos les gusta España, les gusta la forma de ser de los españoles les gusta el país y les gusta mucho la comida española. Estudiaron la posibilidad de hacer un gran resort de ocio en el entorno de Madrid. Después del fiasco del inversor americano Sheldon Adelson que quería construir un gran proyecto sin poner dinero. La opción del señor WANDA era una buena opción para estudiar y reactivar la economía de la zona creando miles de puestos de trabajos. Tras múltiples reuniones con la Comunidad vieron muchas dificultades para realizar el proyecto y lo dejaron. Estando en Madrid se planteó la posibilidad de hacer una gran inversión singular y compraron el edificio España en la Plaza de España. Cuando han ido a iniciar los trabajos de restauración y rehabilitación parece ser que han encontrado dificultades y problemas por parte del Ayuntamiento, así que han decidido no hacer nada y venderlo. El presidente francés Hollande, se ha hecho eco de las circunstancias y rápidamente ha organizado una reunión para construir en París un gran centro de ocio y parque temático. El señor WANDA ha puesto para empezar 3.000 millones de euros para esta primera inversión. Con la llegada de millones de turistas chinos a España, al complejo de ocio de ocio y vacaciones del señor WANDA, la cifra de turistas y visitantes chinos a Sevilla podría superar más de 1 millón de visitantes en menos de 5 años y 2 millones en los próximos 10 años. Qué visión la de nuestros políticos y que visión la de los franceses. Dos países vecinos, tan parecidos y tan diferentes.

