España, 2014. Director: Alberto Rodríguez. Guión: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos. Fotografía: Álex Catalán. Música: Julio de la Rosa. Montaje: José M. G. Moyano. Intérpretes: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Nerea Barros, Jesús Carroza, Jesús Castro, Salva Reina, Cecilia Villanueva
Desde el aire, a cientos de metros de altura, las marismas del Guadalquivir parecen el mapa de un corte cerebral, con sus giros, sus intrincadas conexiones y todo el misterio que encierra la mente humana. Geográficamente es un mapa complejo, imposible de memorizar, surcado por caminos de tierra, riachuelos, lagunas, playas y dunas que contribuyen a que la topografía cambie constantemente. Ese laberinto con el que arranca la cinta ya nos da las claves de a qué se va a enfrentar al espectador, y no sólo define la apasionante trama policíaca de "La isla mínima"; el escenario también encaja con los personajes y con la época en que se desarrolla: 1980, cuando la democracia española está dando sus primeros balbuceos y aún permanecen los vestigios del franquismo. Son las dos Españas que conviven en el periodo de transición, de la misma forma que en las marismas se mezcla el agua dulce con la salada.
La pareja de policías protagonistas simboliza esos dos polos enfrentados que tendrán que entenderse a la fuerza. Uno es el policía joven con aires demócratas; el otro es de la vieja escuela, de los tiempos en que un agente podía golpear a un sospechoso con impunidad e incluso torturar a un detenido en un interrogatorio. Ambos han sido expedientados por distintos motivos y enviados a un pequeño pueblo de las marismas para investigar la desaparición y asesinato de dos chicas adolescentes.
La historia es absorbente de principio a fin, Alberto Rodríguez filma una cinta policíaca a la americana pero con señas de identidad; es puro cine de género, pero con más cosas de fondo: la tensión política y personal entre los protagonistas, la descripción costumbrista del modo de vida rural, el retrato de una España de aguas salobres,... A eso hay que añadirle el magnífico dibujo de absolutamente todos los personajes (hasta el último de los secundarios), la atmósfera que se respira en cada una de las localizaciones (el trabajo de ambientación es admirable), la cuidada fotografía,... Es curioso cómo el equipo de esta película ha convertido la belleza de las marismas en un lugar oscuro y tenebroso, con lugares recónditos en los que asoma el peligro y la perversidad, como en las películas americanas ambientadas en los pantanos de Lousiana (no sabíamos que teníamos eso aquí hasta que la cámara de Alberto Rodríguez no nos lo ha enseñado).
"La isla mínima" es un thriller sabiamente dirigido, con la fuerza y el brío que debe tener un relato policíaco, con un guión bastante sólido, casi sin fisuras (alguna hay pero es poca cosa), y a veces, por encima de la historia detectivesca, la peripecia íntima y vital de unos personajes de carne y hueso, personajes que nos atrapan y conmueven, con un trabajo actoral de quitarse el sombrero: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Nerea Barros,... siempre es un disfrute ver actores como estos, y películas como "La isla mínima" nos levantan el ánimo ante el futuro del cine español en general y andaluz en particular.