Anselma saca tantas fuerzas de flaqueza que casi parece una superheroína. Con humor y garra acaba de superar un cáncer de mama que no ha conseguido mantenerla alejada de su archiconocido local de la calle Pagés del Corro. El show must go on y por ello, con su rubio «amarillo pollito» como ella dice, sigue derrochando buen humor y arte. Se confiesa «trianera de toda la vida» aunque haya nacido en el centro de la ciudad. En esta Velá de Santiago y Santa Ana ha sido reconocida como Trianera Adoptiva, mención que la vincula aún más si cabe al arrabal donde instaló su negocio hace ya más de 30 años.
-Después de recibir tantos premios, ¿qué significa el reconocimiento de Trianera Adoptiva?
-Para mí es muy importante, que se hayan acordado de mí. Lo recibo con mucha alegría. Yo soy una enamorada de Triana desde pequeña, la gente es muy divertida.
-¿Qué significa Triana para Anselma?
-Tengo vinculación con el barrio de toda la vida. Me hubiera gustado haber nacido en Triana, pero al menos he conseguido que me adopten, porque yo nací en el centro de Sevilla. La familia de mi abuelo era dueños de tiendas de comestibles en el arrabal, con lo cual siempre he estado por Triana, y muchas noches me iba a los patios a escuchar cantar. Es un barrio que tiene mucha capacidad, muy independiente, vive por sí solo con identidad propia. A mí me ha dado mucha vida, y hablar de Triana es hablar palabras mayores. Se me llena la boca al hablar de Triana. Me ha dado lo que yo le he dado a ella: el respeto.
-¿Y qué cree que es Anselma para Triana?
-La gente está a mi favor, soy una persona pública que le ha ido favoreciendo al barrio, le ha caído bien, a mí me quieren mucho, me paran por la calle para felicitarme por esta mención de Trianera Adoptiva y me han mandado muchísimos mensajes de cariño.
-A pesar de la enfermedad sigue al pie del cañón.
-No me he retirado ni he dejado de trabajar. Estando enferma, con quimio, todas las noches he ido y voy a mi local. Ahora me encuentro bien, el tumor ya está superado. Me operaron hace un año y ahora tengo que cuidarme, sobre todo porque tengo problemas de azúcar. Pero no podía pensar en dejar el trabajo porque me hace falta el dinero, y es un privilegio, ganarlo honradamente. Tengo que seguir trabajando porque mi trabajo es que la gente se divierta. ¡Cómo voy a convocar a la gente a una pena! Eso sí, como decía mi abuela, tengo la maleta preparada para cuando tenga que irme. Pero de momento no, y sólo paré dos días de trabajar porque estuve al borde de la muerte.
-¿Qué pasó con aquella notificación -con el objetivo de cerrar el local- que no conseguían entregarle y que se descubrió en el BOP (Boletín Oficial de la Provincia)?
-Fue a raíz de una denuncia, y me pusieron en el BOP. Pero es que a mí nadie había intentado contactarme que yo supiera, y de día evidentemente no estoy en mi negocio porque abro por las noches. De todas formas, yo cumplo con las obligaciones. Y al final han cerrado los que me denunciaron.
-Por «La Anselma» han pasado muchos personajes relevantes
-Gente conocida y gente humilde. Y me ha ido bien porque tenía fe en mí misma. Han estado desde príncipes, infantas, tenores, ministros, toreros, políticos de todos los signos, hasta mucha gente anónima. Y si no cabían en mi local, los mandaba a otro sitio también en el barrio. Muchos de mis clientes se han convertido en amigos, y es que allí han pasado historias curiosas, gente que se ha conocido allí, se ha casado y me ha invitado a la boda. Además consigo que se enamoren de Sevilla, y a mi casa vienen muchos de ellos, a ver el Gran Poder en Semana Santa, que la vivimos de lleno en mi familia.
-Y de anécdotas para escribir un libro
-Muchísimas. Sin ir más lejos, hace poco un ministro japonés, al que le expliqué qué era la salve rociera, escribió en algún sitio que le había gustado el «ave marinera». Quizás porque le hablé de la blanca paloma y se lió.
-¿Cómo vive Anselma la Velá de Triana?
-En los dos últimos años no he podido ir por la enfermedad, pero ayer sí estuve en una comida oficial y paseé un poco pero no pude mucho.
-¿Con qué se quedaría de Triana?
-Con las imágenes, con el puente de Triana y con el que fue muchos años alcalde de Triana, Paco Arcas. Ha sido siempre muy correcto.
-¿Cree que está suficientemente reconocida?
-Mucho. Aunque Susana [Díaz] debería preocuparse de hacer «La Anselma» un lugar de Interés Turístico. He salido en el New York Times, en la televisión de Japón, Australia, China e incluso en Playboy, junto a las tías en pelotas y yo con un traje rojo gorda como un «sollo».