Ante 30.000 personas.
Aitor Ocio, Michel y Negredo se sumaron.
Kanoute manteado por sus compañeros.
Kanoute se puso por última vez la camiseta del Sevilla en un homenaje con muchísimos momentos emotivos, momentos que encogieron el corazón y que incluso llegaron a hacer temblar su voz, segura y templada siempre, tanto para analizar con sensatez un partido de fútbol como para pedir con humildad para los niños de su tierra de origen, Malí.
Frederic, Fredy para los compañeros y amigos que deja en una ciudad en la que se queda parte de su corazón, no se esperaba tanta gente unos treinta mil espectadores en su despedida en el V Champions for Africa, la excusa solidaria que exigió para su homenaje organizada por Unicef y la fundacioon Kanoute.Fue un momento mágico, el reencuentro de Kanoute con los suyos. El menudo David, uno de los capitanes que vivió el ascenso desde los campos de Segunda División al Olimpo de los títulos continentales y nacionales, fue el primero en rendirle su particular homenaje a Fredy. "¡Campeones, campeones, oé, oé, oé!", sonaba en un nostálgico coliseo. Y luego fueron saliendo Javi Navarro, el capitán que levantó los cinco títulos de aquel ciclo irrepetible; Diego Capel, quien con el dorsal 16 marcó el primer gol de aquella final que el Sevilla, el sevillismo y el propio Kanoute le debían a Antonio Puerta; Martí, otro de los integrantes del puesto de mando de la vieja guardia; como Dragutinovic, como Aitor Ocio, como el líder Pablo Alfaro. Hinkel, Jesús Navas, Palop, el actual capitán..., todos se fueron abrazando a Kanoute, mientras el estadio se unía en aplausos que eran abrazos.
Faltaba uno, pero el estadio lo recordó incluso antes de que el presentador del acto mencionara su nombre: Antonio Puerta. Se oía fuerte su nombre cantado mientras Kanoute echaba su mirada al suelo, queriendo recordar al hombre y no la tragedia. Pero El Arrebato salió para devolver la alegría al acto. La canción del popular artista es un fidelísimo reflejo de la doble vertiente del franco-malí, "Oh, Kanoute, amigo Kanoute, hermano Kanoute, conquistador de sueños, mensajero de sonrisas en la Ciudad de los Niños". Kanoute ya tiene su canción y el sevillismo ya tiene en el Olimpo de sus mitos al que quizá sea el más grande de todos, monsieur Kanoute. Au revoir.
Javier Labandón, El Arrebato, estrenó a pie de césped y antes del partido una emotiva canción dedicada a Kanoute. El artista quiso dedicársela por todo lo que ha significado en la historia del Sevilla y por su faceta humana, de ahí que el estribillo lo describiera como "amigo Kanoute" y "hermano Kanoute". El Arrebato le dio las gracias a Kanoute: "A veces no hay una buena canción, sino una buena inspiración", y anunció que todos los derechos irán destinados a su fundación.
Eduardo Herrera le entregó a Kanoute la Medalla de Oro de la Real Federación Andaluza de Fútbol. El presidente del organismo explicó que era la primera vez que un futbolista no andaluz recibía la mayor distinción de la RFAF. "Kanoute es sevillano, es sevillista, es andaluz, es todo. Como dice la canción, hermano Kanoute, amigo Kanoute".