Nosotros invitamos a la clienta a que se pruebe la ropa. En las perchas, las prendas dicen muy poco; es en el cuerpo donde cobran vida, dicen Alfonso Navarro y Diego Valle, ingeniero técnico agrícola y psicólogo, respectivamente. Los dos se aventuraron a abrir un negocio propio, que fuera con su estilo de vida. Les gustaba la moda y no lo dudaron. En octubre pasado se inauguraba Puro Garbo, aunque detrás había un largo año de trabajo.
El nombre tiene también su historia. Garbo les recordaba a una revista que, tiempo atrás, hizo las delicias de las señoras entusiastas de la moda, un nombre que hoy podría canjearse por el de estilosa. Luego le añadieron puro, de esencia, de único y este cóctel les acercó a la actriz Greta Garbo, una de cuyas imágenes emblemáticas preside la tienda. La gente de fuera ve el nombre muy andaluz y eso nos parece muy curioso.
Dicen que el noventa por ciento de sus firmas son nacionales y algunas tienen en Puro Garbo su punto de venta exclusivo en Andalucía, como Olga Alberola, Sara Coleman, De Cos, Annie P y Patricia Argüelles; mientras que Ophelia is lost y Beatriz de la Cámara decidieron dárselas en exclusiva en Sevilla. Esta última firma cuenta con la ventaja de que cualquiera de sus diseños se puede hacer en el color que elija la clienta.
La intención es que todo el mundo salga con el look completo. Ahora hay muy poco tiempo, por eso nuestro objetivo es facilitar las cosas: el vestido, los zapatos, el bolso, los guantes, el tocado. De la firma de Ubrique, Laura Domort , vamos a contar con una carta de colores para personalizar las carteras y los guantes, en función del tono del traje. Además, los diseños del sevillano Antonio García serán una de las novedades para la próxima temporada de otoño- invierno.
Aseguran que su clienta es una mujer trabajadora, mayor de treinta años, actual, que valora el diseño, los tejidos, la caída de un pantalón. Nos gusta atenderla directamente y asesorarla. Algunas vienen de Huelva, Cádiz, Málaga o Córdoba porque el boca a boca funciona muy bien. Nos encanta que se sientan cómodas en la tienda, rodeadas de un ambiente distinguido, donde el escaparate lo variamos, al menos, una vez por semana y donde nunca faltan las flores naturales.
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