Dos temporadas deportivas dan para mucho. Mucho trabajo, muchas horas de competición, muchos éxitos deportivos y, en la guinda final, en la Gala de Bolo Andaluz, muchas emociones. Unos cien deportistas de ambos sexos, con edades comprendidas entre los ocho y los ochenta y cinco años, y nueve clubes tuvieron su reconocimiento a los logros bolísticos conseguidos en 2010 y 2011. Los premios Cándil, además, son un homenaje a los Maestros Boleros andaluces, a toda una vida dedicada a la trasmisión de esta aantigua tradición. Los premios Alambradura reconocen la labor en pro del único deporte autóctono de Andalucía.
Unas trescientas personas abarrotaron el Teatro de la Merced en Cazorla en la II Gala del Bolo Andaluz. Los periodistas Manuel Jiménez y María José Bayona, presentaron el acto de forma dinámica y brillante, a pesar de la cantidad de premios que se entregaban en la noche. Abría el acto el anfitrión, Antonio José Rodríguez, alcalde Cazorla, dando la bienvenida a un teatro repleto de seguidores de este ancestral juego. Asistieron al mismo varios responsables públicos que arroparon con su presencia a los galardonados. Alcaldes de las tres comarcas del Parque Natural, concejales de varios municipios serranos, Moisés Muñoz, Delegado Provincial de medio ambiente, Teresa Vega, Directora General de Familia e Infancia de la Junta de Andalucía y Antonia Olivares, diputada responsable del Área de Cultura y Deporte de la Diputación Provincial de Jaén, aunque esta última en condición de premiada con un Alambradura, completaron una representación más que digna de las instituciones implicadas en la recuperación y consolidación de los bolos serranos.
Los primeros premios en entregarse fueron los más entrañables de la noche, a los maestros boleros. Fidel Galdón y Juan Muñoz subieron al escenario para recoger el diploma honorífico de Maestro Bolero. José García, un zurdo legendario de la Sierra Segura, no puedo asistir debido a su avanzada edad, recogiendo el premio su hijo Diego. La intervención de Diego Navarrete y Fernando Hueso, fueron especialmente emotivas, recordando anécdotas y personas que le apoyaron y ayudaron en sus programas a favor del bolo andaluz en su paso por la vida pública, y sus horas compartidas en las boleras por la buena gente que practica este viejo juego autóctono, como recordó Hueso. Muy emocionado se mostró José Carlos González, el periodista que, representando al Diario Ideal, recogía el premio a la difusión mediática. El vínculo sentimental y familiar de José Carlos con esta actividad, hijo del mayor mecenas de los bolos serranos, el inmortal Santiago González Santoro, fue el motivo de que un discurso estremecedor. Antonia Olivares, premio al apoyo institucional, agradecía el reconocimiento y valoraba muy positivamente el trabajo de la Federación Andaluza de Bolos en la normalización y desarrollo como deporte de esta seña de identidad jiennense y andaluza.
Fernando Ortega, el gerente de Iloveaceite.com, no pudo estar presente en el acto por imprevistos de última hora, mandando un mensaje desde Madrid a los presentes, nota que leyó Rocío González, concejala de deporte de la corporación cazorleña. Otra ausencia de última hora fue la de José Luis Boto, presidente de la Federación Española de Bolos, que también mandó un mensaje a los boleros andaluces que leyó José Miguel Nieto, pesidente de la regional. Intervino también Moisés Muñoz, que recordó la importancia de los bolos en la vida de las gentes del Parque Natural y la necesidad de mantener viva esta joya etnográfica.
Nueve asociaciones deportivas se vieron galardonados en las distintas categorías, destacando las placas honoríficas entregadas a los clubes de Onda y Villarreal (Castellón) por su promoción del deporte y la cultura andaluces en tierras valencianas. El club Sierra de las Villas de Mogón recogió los galardones que lo definen como mejor club de las dos últimas temporadas, por los resultados obtenidos en las distintas categorías y competiciones. Los premios a los más de cien deportistas que recogieron trofeos y diplomas fueron intercalados con las alocuciones mencionadas y la actuación de la bailaora Leticia Coronado, que llenó de duende andaluz las tablas de la Merced. También se proyectó una película y el final de la velada fue amenizada por los profesores de la Academia de Acordeón Francisco Javier. Clausuró el acto Teresa Vega, una mujer que lleva más de quince años vinculada a los bolos, tanto profesionalmente, como desde las distintas responsabilidades públicas que ha asumido en su brillante carrera política.