Regresó a Yerbabuena cinco años después de la muerte de su madre un día muy emotivo. Llegó con Fidel y María Teresa campos con la que volverá a trabajar en un programa homenaje a Rocío Jurado en la televisión autonómica.
Este mes de junio se cumplen cinco años de la muerte de Rocío Jurado y desde entonces no existía ninguna imagen de su hija Rocío en la finca Yerbabuena la que fue el hogar de la cantante y José Ortega Cano en Sevilla. Rocío Carrasco que ha pasado estos años alejada de la vida social reapareció junto a su pareja Fidel Albiac para asistir a la boda de su prima Rosario, la hija mayor de Amador y Rosa de Benito que está esperando su segundo hijo para después del verano y con la que desde niñas mantienen una gran relación.
Fue un día muy emotivo, todos los Mohedano se reunían en la finca y en la misma ermita, las Vírgenes en la que Rocío Jurado se casó con José Ortega Cano un 17 de febrero del año 1995, casi un año después en Marzo del 96 en el mismo lugar se casaba Rocío Carrasco (tenía sólo 18 años) con Antonio David Flores. Ortega Cano y sus hijos Fernando y Gloria Camila firmaron de testigos de la ceremonia religiosa, a la que no faltaron los dos hermanos de Rosario Fernando hermano mellizo y Salvador acompañado de su novia. Su tía Gloria Mohedano acompañada de su marido José Antonio, colaboraron estrechamente en la organización del evento.
El 8 de abril del 2011, 16 años después de la primera boda, y quince de la segunda, Rosario Mohedano, que fue dama de honor en las dos ocasiones anteriores, protagonizaba su boda con Andrés Fernández.
La boda prevista para las siete de la tarde, se retrasó casi media hora, Chayo llegó en coche de caballos acompañada de su padre al que tuvo que tranquilizar porque estaba visiblemente nervioso.
Para la ceremonia religiosa lució un modelo más clásico y luego se cambió por un diseño más juvenil, de Autora Gaviño, con el que salió junto a su padre a brindar a la puerta de Yerbabuena.
El traje corte imperio, en plumeti y satén de seda estaba rematado con blondas antiguas traídas expresamente de un anticuario francés en exclusiva para la novia.
La línea era imperial Napoleónica pero con un aire romántico y medieval, por el volumen de en las mangas.
El traje se complementaba con adorno en la cabeza realizado en guipur y pedreria inspirada en el romanticismo.
Aurora Gaviño, amiga personal de la familia, fue también quien se encargó de vestir a Gloria Mohedano, su hija Gloria, Gloria Camila la hija de Ortega Cano, María Teresa Campos y a Noelia Margotón la esposa del torero Víctor Puerto, embarazada de mellizos y de seis meses.
Casi 450 invitados se dieron cita en la finca entre los que destacaron como rostros conocidos, María Teresa Campos, que llegó con Fidel y Rocío (estos no se alojaron en la finca sino en un hotel), María Jiménez, Nuria Fergó embarazada con su marido, Remedios Cervantes, Pastora Soler, Tamara, Nani Gaitán, Víctor Sandoval y los compañeros del programa en el que trabaja Rosa Benito Sálvame, Raquel Bollo, Luis Rollán , Rocío Martín (vestida por Matilde Canos) además de Marisa Martín Blázquez, Paloma Barrientos y Beatriz Cortázar, Javier Quiñones, la debo y como cantantes que amenizaron la velada dos hermanas sevillanas Las Mellis.
La sorpresa fue la presencia de Marlene Mourreau, ex del novio, quien acudió feliz y queriendo callar todas las bocas que querían enfrentarla con Chayo y su ya esposo. A la salida de la misa rociera hubo lluvia de pétalos y hasta una sevillanas por Las Mellis, que sorprendieron a los novios. Eso sí, mientras en la finca todo era alegría y bailes, en los platós ardían los comentarios sobre esta boda, la familia, y los parientes lejanos. Eugenio Ortega Cano criticó en «DEC» a su hermano José por estar tan implicado con los Mohedano, mientras en «Sálvame», programa que cuenta entre sus colaboradores con Rosa Benito, la madre de la novia, no faltaron los comentarios sobre los líos de la familia
Tras una emocionante homilía en la ermita familiar de Yerbabuena, los 450 invitados disfrutaron de una cena familiar donde no faltaron los momentos emotivos recordando a la gran ausente, Rocío Jurado.
Justo antes de entrar a la ermita, Chayo tuvo el primer gesto emocionante del evento: miró al cielo y le brindó el momento a su tía. Un gesto que generó mucha emoción a los presentes, y en especial al padrino.
Tras la misa rociera, los recién casados recibieron una emotiva lluvia de pétalos de manos de los hijos de Ortega Cano y la más grande; Gloria Camila y José Fernando, y los de Roció Carrasco; Rocío y David.
Rocío Carrasco estaba espectacular con un vestido de color gris de Hannibal Laguna, confesó a los medios que sorprendentemente Rosario estaba "muy tranquila" y que todos están "muy felices por ella" porque es un día muy especial.Sin duda fue una de las invitadas más elegantes, con un elegante recogido de moño bajo y ondas al agua y los ojos muy marcados. Muy delgada no se separó un instante de Fidel, la pareja sigue igual de cómplice y compenetrada. También entabló una simpática relación con Nani Gaitán con la que pasó charlando gran parte de la noche. Retirada del mundanal ruido desde que falleció su madre y ausente hasta en los grandes homenajes que se han rendido a su figura el viernes Rocío Carrasco hizo de tripas corazón y acudió al enlace religioso de su prima Chayo Mohedano en la finca "Yerbabuena". Para Rocío fue muy emotivo regresar al campo que tan feliz hizo a la inolvidable Rocío Jurado, y donde tenía muchísimos planes de futuro antes de que un cancer acabara con esos sueños. Conscientes de que los años pasaban y había que dar buena salida a esas instalaciones Rocío y José ya idearon lo que hoy es una realidad: explotar esa finca para bodas y banquetes o excursiones de turistas que es el plato fuerte de su oferta. El propio cuñado de la Jurado, José Antonio, confirmó que la decoración que hay en las carpas y salones de la finca es la que dejó ideada la propia Rocío antes de que le diagnosticaran su enfermedad. "Salvo las lámparas que las compró Ortega en Santander el resto está como lo dibujó Rocío". Demasiados recuerdos como para que a su hija no se le inundaran los ojos de lagrimas cada vez que miraba a una de las gigantescas fotos que hay por las paredes donde se celebró el banquete nupcial de Chayo y Andrés Fernández, el hombre que la hizo sonreír tras una ruptura sentimental muy amarga con el padre de su primer hijo, el sevillano Antonio Tejado, y con quien hoy espera su segundo hijo.
La madre de la novia, Rosa Benito, lució un vestido azul grisáceo de Teresa Ripoll.
Casi una hora permanecieron los novios en la ermita, después sobre las ocho y media se dirigieron al patio principal de la finca donde se sirvió el aperitivo muy abundante que se alargó hasta casi las once y media, posteriormente se desplazaron a la carpa donde se sirvió la cena que empezó casi a las doce de la noche.
María Teresa Campos fue la primera en abandonar la boda ya que al día siguiente tenía que presentar su programa Que tiempo tan feliz, realizó una conexión en directo con su hija Terelu para el programa Sálvame deluxe y confesó que se había cambiado de vestido en el último minuto:
-Venía con un traje rojo precioso, pero al sentarme en el coche me sentí incómoda y subí a cambiarme por este que también es de Aurora Gaviño
Comentó Teresa estuvo en todo momento pendiente de Rocío Carrasco con la que tiene una relación muy especial personal, con ambos volverá a trabajar presentando un programa especial para Canal Sur en el que se buscará a la nueva Rocío Jurado del siglo XXI.
Tras la boda Rosario Mohedano comentó: "Estoy muy feliz, estoy flotando. No siento los pies y no es porque me duelan, sino porque de verdad estoy flotando de felicidad".
Rosa Benito y Amador Mohedano quisieron mostrar su felicidad ante las cámaras de Telecinco. Para la mamá fue el día más feliz de su vida al ser el primer hijo que se le casaba y el papá sólo supo derramar lágrimas de alegría y brindar con champang junto a su hija.
La pareja, que se conoció hace un par de años en una cena de amigos, ha cumplido su primer deseo, solo tendrán que esperar a finales de verano para que el nacimiento de su hijo culmine su exitoso año.
A pocas horas de la boda de su hija Chayo, Amador Mohedano, el padrino, hacía un hueco para dar los últimos detalles sobre el enlace de su hija. Nervioso pero muy feliz, el padre de la cantante aseguraba que la emoción está a flor de piel, sobre todo, con la llegada de Rocío Carrasco, que se emocionó al regresar a Yerbabuena.
¡Por fin la voy a casar!, decía Amador Mohedano a la puerta de Yerbabuena .Feliz y con los nervios propios de quien casa a una hija, el padrino de la boda nos desvelaba algunos de los secretos mejor guardados de la boda. "Voy de padrino pero guapetón. Tipo Al Capone", ha dicho entre risas.
La familia al completo ya está en Yerbabuena "Estamos tan contentos. Es un día muy importante y estamos todos juntos, cantando... ", ha dicho Amador que nos ha revelado que la novia está absolutamente emocionada y que no ha podido reprimir las lágrimas en más de una ocasión.
"Rosario está muy emocionada. Nada más entrar en la Ermita todos empezaron a llorar porque, además de bonito, hay muchos recuerdos", ha explicado Amador.
José Ortega Cano, volcado con la boda de Chayo
Aunque se ha especulado que Ortega Cano no asistiría a la boda y que si había permitido que se celebrara allí era porque no sabía decir que no a nadie, Amador Mohedano ha querido zanjar los rumores. "José está volcado. Habría que verlo, ha traído dos camiones con flores, está todo con un colorido precioso. No para de hacer cosas y todo le parece poco", ha dicho Amador que le ha confesado a la periodista fuera de cámara que el torero está como si se casara una hija suya.
Sin embargo, Ortega Cano no está solo. Gloria, la hermana de Amador,fue la encargada de que todo estuviera perfecto en la boda de su sobrina. "Gloria es la jefa, es la que está marcando las pautas y controla todo. Es muy perfeccionista y no deja pasar ni una", ha dicho el padre de la novia, que prefiere no hacer caso de los rumores. "Hay cosas que no se llevan nada bien pero yo que no soy el más indicado. Siempre digo que hay que dejar pasar el tiempo. Estamos en un mundo que hay mucha polémica y nosotros somos una familia que genera mucha polémica pero no es tan fiera el león como lo pintan y somos una familia muy normal", ha dicho el padre de Chayo.
La emotiva llegada de Rocío Carrasco
La boda de Chayo ha hecho aflorar muchos recuerdos en la familia Mohedano, que regresa a Yerbabuena después de la muerte de Rocío Jurado. "Son continuos momentos de emoción", ha señalado Amador, que asegura que los sentimientos se pusieron a flor de piel con la llegada de su sobrino Rocío, que pisaba por primera vez la finca después de la muerte de su madre. "A la llegada de Rocío a la finca estábamos todos conmocionados y dándola besos", ha dicho el padrino.
Rocío Jurado está muy presente en Yerbabuena. Fotos, vestidos... Los recuerdos de la cantante están en cada rincón por lo que Rocío no ha podido evitar emocionarse. "José lo tiene como un museo con fotos, recuerdos... y Rocío se emociona y empezamos a llorar todos", ha explicado el hermano de Rocío Jurado.
Sin embargo, entre tanta emoción, la familia Mohedano tiene también tiempo para disfrutar, sobre todo con el novio de su sobrina. "Fidel ya estaba esta mañana con la guitarra despertándonos", ha desvelado el padre de Chayo Mohedano.
Pese a estar juntos en Yerbabuena, Amador Mohedano desvelo que Andrés y Rosario se vistieron cada uno por su lado y que su hija está feliz. "Chayo está como un niño con zapatos nuevos, muy contenta y superfeliz. La verdad es que todo es muy bonito".
Entre los invitados que no pudieron asistir se encontraban Carmen Martínez Bordiú y José Campos, Ana Rosa Quintana, Raquel Revuelta, Terelu, Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban.