El Submarino Amarillo ha caído en un mar de dudas en la competición liguera, ya que en la Europa League se presenta como uno de los favoritos. Ayer empató en casa frente a un Sporting que consiguió sacar un punto en el último suspiro del partido cuando solo contaba con nueve jugadores sobre el terreno de juego.
Tras vencer al Bayer Leverkusen en Alemania, el Villareal afrontaba con confianza el duelo frente a un Sporting de Gijón que busca la salvación. Los de Juan Carlos Garrido volvieron a saltar al terreno de juego ligeramente dormidos, algo que les lleva ocurriendo ya unas semanas y que les está costando puntos importantes para volver agarrar la tercera plaza. La derrota del Valencia el sábado parecía que les iba a dar ánimos, pero el Villareal volvió a no encontrarse sobre el terreno de juego frente a un Gijón que con un centro del campo de garantías creo bastante peligro aunque al final se llevó poco premio para territorio astur.
El Sporting saltó al Madrigal muy enchufado, consciente del cansancio que sufrió el Villareal en Leverkusen el jueves pasado. El dominio de los asturianos no permitía al Villareal realizar su juego, un juego que ha perdido en las últimas semanas y que le está condenado en liga. A pesar de las llegadas de los asturianos, quienes no estuvieron muy acertados de cara a portería, el Submarino Amarillo encontró el premio de gol gracias a un error del Pichu Cuéllar. El guardameta del Sporting salió a por uvas en un córner botado por Borja Valero, situación que aprovechó Rossi para poner por delante a los suyos y añadir otro gol a su cuenta particular.
El gol no cambió el guión del partido y los de Preciado siguieron intentándolo por todas las vías. En las bandas De las Cuevas y Diego Castro eran los protagonistas y por dentro un gran André Castor llevaba buenos balones hacia Barral. Aún así, el gol sportinguista no llegaba y en la segunda parte recibieron además un duro golpe cuando Borbalán expulsó a José Ángel por una acción de crio. El lateral zurdo mostró sus quejas y el árbitro le mostró la segunda amarilla. Además, poco después, Sastre vio la roja directa por derribo a Rossi cuando este ya encaraba a Juan Pablo, portero que sustituyó al lesionado Cuéllar.
Ni la inferioridad numérica ni la presión del Madrigal pudieron con el Sporting, equipo que luchó hasta el final, obteniendo la recompensa en una jugada bastante polémica. Borbalán vio penalti en una acción entre Gonzalo y Nacho Novo. Diego Castro materializó, a lo Panenka, la pena máxima, dando así un punto a un Sporting que se mereció bastante más en su visita a Castellón.