Su Majestad la Reina Doña Sofía inauguró el Centro Santa Ángela de la Cruz para Jóvenes y Adultos con Sordoceguera, ubicado en la localidad sevillana de Salteras. Este proyecto es una iniciativa impulsada por la Asociación Española de Padres de Sordociegos (APASCIDE) y constituye el primer centro que existe en España destinado a la atención integral de personas con discapacidad auditiva y visual.
Durante la visita, Su Majestad la Reina Doña Sofía ha estado acompañada por la directora del centro y presidenta de APASCIDE, Dolores Romero; el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán; el alcalde de Salteras, Antonio Valverde Macías; la consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, así como de otros representantes del Gobierno Central.
El Centro Santa Ángela de la Cruz es el primer centro de España específicamente adaptado a las necesidades de las personas sordociegas y su principal objetivo es facilitar la comunicación y movilidad de sus residentes, para así, en la medida de lo posible, lograr su autonomía y mejorar su calidad de vida.
Tras el descubrimiento de la placa conmemorativa oficial, la Reina Doña Sofía ha realizado un recorrido por las instalaciones del centro, en el que ha conocido los principales programas y tareas que se desarrollan con las personas sordociegas que reciben atención en él. Asimismo, ha saludado con especial interés a los alumnos y personal profesional del centro, con quienes se ha realizado una fotografía de recuerdo al final de la visita.
Instalaciones y características
El Centro Santa Ángela de la Cruz dispone de una residencia con una capacidad de 17 plazas destinadas a personas con sordoceguera, y de una unidad de estancia diurna con otras 28 plazas, donde pueden asistir, además de personas con sordoceguera, otros discapacitados sensoriales con graves problemas de comunicación, todos ellos mayores de 16 años. La mayoría de las plazas están concertadas con la Junta de Andalucía, a través de la Consejerçia de Igualdad y Bienestar Social. En la actualidad, el centro ya tiene asignadas todas las plazas residenciales y dispone de plazas libres en la modalidad de estancia diurna.
El edificio, de una sola planta, se ubica en la finca El Almuédano, en el término municipal de Salteras, y tiene una superficie de unos 2.000 metros cuadrados. Está enclavado en un terreno con una superficie total de 5.400 metros, lo que deja disponible un espacio al aire libre suficiente para el desarrollo de las actividades complementarias de contacto con la naturaleza, necesarias en los programas de educación continuada y esparcimiento de las personas con problemas auditivos y visuales.
La iniciativa ha contado con una inversión de casi cuatro millones de euros, financiados por la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, el Ministerio de Sanidad y Política Social, la Obra Social de Caja Madrid y otras donaciones privadas. Cabe destacar la contribución de los fondos destinados del Plan E 2009. En el proyecto también han participado el Arzobispado de Sevilla, quien ha cedido los terrenos, así como el Ayuntamiento de Salteras, quien se ha encargado de las autorizaciones y gestiones administrativas necesarias para impulsar la construcción y reforma del centro.
El Centro Santa Ángela de la Cruz contará con una plantilla total de 40 profesionales, entre personal de dirección, personal técnico especializado, personal de atención directa (entre los que destacan los mediadores en la comunicación) y personal de servicios, todos ellos conocedores de la lengua de signos.
Entre las instalaciones del centro destacan un gimnasio, piscina cubierta con spa, huerto ecológico, biblioteca de árboles, sala de estimulación sensorial, sala de logopedia y otras instalaciones para la atención específica de esta discapacidad. Asimismo, se incluyen aulas para el desarrollo de talleres de habilidades y cocina, cerámica y barro, mimbre y artesanía textil, informática y lectoescritura.
También cabe destacar la singularidad de las características de las instalaciones del centro, entre las que se incluyen señalización en relieve y con distintas texturas, decoración interna con diferentes colores, instalación de barandillas en pasillos y salas o la plantación de plantas aromáticas en las zonas exteriores y libres. Todo ello destinado a que las personas sordociegas que reciben atención en el centro puedan identificar las diferentes estancias en cada momento y aprender a ser más autónomas.
Las personas sordociegas
Las personas a las que va destinado el Centro Santa Ángela de la Cruz son jóvenes y adultos con sordoceguera. La combinación de dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva), genera en las personas que la padecen problemas de comunicación únicos y necesidades especiales derivadas de la dificultad para percibir de manera global, conocer, y por tanto, interesarse y desenvolverse en su entorno. El efecto de la incomunicación y desconexión con el mundo que produce la combinación de ambas deficiencias es tal, que la persona sordociega tiene graves dificultades para acceder a la información, a la educación, a la capacitación profesional y el trabajo, a la vida social y a las actividades culturales. Además, pueden darse problemas emocionales que afecten a su personalidad o conducta.
La deficiencia de los dos sentidos de distancia (vista y oído), hace difícil todo conocimiento inmediato del medio natural y conlleva un aislamiento importante. La forma de comunicación más habitual es la lengua de signos que utilizan las personas sordas, pero adaptada a las condiciones de cada uno de ellos. Asimismo, requieren personal específicamente formado para su atención y métodos especiales en las actividades de la vida diaria.
A pesar de las privaciones sensoriales, las personas sordociegas tienen potencialidades que les permitirán una vida feliz y plena, pero es imprescindible darles el apoyo que necesitan desde niños y continuar con su proceso formativo durante la vida adulta. En España hay entre 6.000 y 12.000 personas con sordoceguera, de las que unas 600 corresponden a la comunidad andaluza
APASCIDE
La Asociación Española de Padres de Sordociegos (APASCIDE) se creó en 1991, como consecuencia de la I Conferencia Nacional de Padres de Sordociegos celebrada en Madrid, organizada por el Departamento de Sordociegos de la Dirección General de al ONCE. Durante los primeros años sus actividades se centraron hacia la profundización en el conocimiento de la sordoceguera. Tras la II Conferencia Nacional de Padres de Sordociegos celebrada en 1996, se establecieron unos objetivos concretos a conseguir a corto y medio plazo que hicieron que la asociación se hiciera prestadora de servicios, lo que desembocó en 1999 en la apertura de su sede en Madrid, desde donde trabaja para toda España.
APASCIDE tiene por objeto buscar, crear y fomentar todo tipo de actuaciones que permitan a la persona con sordoceguera su mejor formación individual y humana y su integración en al sociedad. Es una asociación sin ánimo de lucro y persigue exclusivamente fines de interés general, por lo que fue declarada de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior el 4 de abril de 2006, y publicado en el BOE el 11 de mayo.