Esta localidad, enclavada entre cerros en el límite de la provincia de Sevilla con Huelva, debió ser poblada desde época romana. Al menos, eso es lo que deducen los historiadores del estudio de los numerosos restos encontrados pertenecientes a esta cultura, entre los que se encuentran tumbas, mosaicos decorados con motivos geométricos y abundantes muestras de terra sigillata, que abarcan desde el reinado del emperador Claudio hasta Adriano.
Tras la invasión musulmana, este núcleo quedó reducido a una alquería denominada Abençameit, donde estaba instalado por su interés estratégico un destacamento militar para custodiar el camino, de origen romano, que atravesaba el término.
En el siglo IX, los normandos asaltaron y saquearon Sevilla. Llegaron por el Guadalquivir, ocupando diversas aldeas y alquerías, entre ellas la de la antigua Castilleja del Campo, que fue fortificada en previsión de posibles nuevos ataques, una vez que los musulmanes ocuparon la zona. Hacia el siglo XIII se produjo la victoria de las tropas cristianas sobre los musulmanes y a partir de este momento, Castilleja, ya oficialmente perteneciente al Campo de Tejada, comenzó una etapa de crecimiento que le llevaría a disputarle la primacía de la comarca a Sanlúcar la Mayor.
CÓMO LLEGAR -Situación: A 37 kilómetros de Sevilla por la A-49. -Extensión: 16 kilómetros2. -Habitantes: 633..
NO SE PIERDA - La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel.
1.Arquitectura civil Como en gran parte del Aljarafe, la riqueza agrícola de Castilleja determinó en parte su fisonomía con la construcción de diversas haciendas dedicadas al cultivo de olivo y vid que contaban con sus propios molinos. Desgraciadamente, sólo se conserva la llamada Hacienda del Marqués, situada frente al Ayuntamiento de la villa. De la Hacienda conocida como El Palacio sólo queda su portada, ya que en el solar que ocupó se han construido nuevas viviendas.
2.Edificios religiosos -Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel Fue construida tras el terremoto de 1755 de Lisboa, al quedar destruido el templo anterior que databa probablemente del siglo XVI. Prestigiosos arquitectos de la época intervinieron en la confección de los planos del edificio, entre ellos Pedro de Silva y Pedro José Díaz, maestro mayor y segundo del Arzobispado de Sevilla. La obra se inició en 1762 y concluyó en el último cuarto del XVIII. La iglesia consta de una sola nave de planta rectangular, con el presbiterio separado del resto del edificio mediante un arco de medio punto rebajado, y se cubre con una bóveda vaída sobre pechinas. Las portadas laterales, dieciochescas, presentan una estructura muy similar, estando configuradas por vanos adintelados flanqueados por pilastras toscanas, sobre las que aparecen entablamentos lisos y frontones triangulares que albergan pequeñas hornacinas. La de los pies, cegada en la actualidad, esta formada por un arco de medio punto rebajado, flanqueado por pilastras toscanas que sostienen un entablamento decorado con ces que da paso a un frontón recto y roto en cuyo centro se sitúa un óculo. A los pies del muro izquierdo, se levanta la esbelta torre, con cuerpo de campanas con vanos enmarcados por pilastras jónicas y un chapitel piramidal, coronado por una veleta, ornamentado con revestimiento cerámico azul y blanco y con remates decorativos del mismo material. El retablo mayor, obra de Luis Vilches de 1742, se compone de banco, cuerpo de tres calles y ático. La hornacina central es ocupada por el patrón de la localidad, San Miguel Arcángel, talla realizada por Marcelino Roldán hacia 1758, figurando en las calles laterales las imágenes de San Juan Bautista, obra del mismo autor, y San Sebastián, datado en el segundo cuarto del XVI. Al principio del muro izquierdo se ubica un retablo decimonónico que alberga una interesante escultura de la Virgen del Rosario, realizada en 1580, próxima al estilo de Jerónimo Hernández. A continuación, se abre la capilla del Sagrario, donde destaca un Crucificado de papelón del siglo XVI muy repintado en el XIX. Al comienzo del muro derecho aparece un retablo neoclásico dedicado a la Virgen de los Dolores, obra moderna de candelero Castillo Lastrucci. Junto a ella se sitúa la capilla de la Virgen del Buen Suceso, que preside la patrona del municipio, imagen de candelero de principios del XIX que se halla en un pequeño retablo del mismo siglo. En la misma capilla existe una hornacina en su muro derecho, donde se muestra una talla de San José con el Niño, ejecutada en 1758 por Marcelino Roldán. A los pies del muro derecho aparece una pintura mural que representa a San Cristóbal con el Niño, inscrita en un nicho.
Tesoros de San Miguel Arcángel Además de un buen número de valiosas tallas, la iglesia parroquial de Castilleja del Campo cuenta también con interesantes piezas de orfebrería, que se conservan en la sacristía del templo, salvo probablemente la más interesante: el sagrario, ubicado en su capilla correspondiente.
La festividad de la Virgen del Buen Suceso La venerada patrona de Castilleja del Campo, la Virgen del Buen Suceso, en cuyo honor fueron bautizadas muchas mujeres en el pueblo con el mismo nombre, celebra su festividad en la primera semana de agosto. Durante la misma tiene lugar un triduo y una romería en el campo en la que participan todos los vecinos. Por la noche se hace una ofrenda de romero a la Virgen y al día siguiente se organizan actividades culturales para niños y jóvenes. Finalmente, el domingo, tiene lugar la esperada procesión por las engalanadas calles castillejeras de los patronos del lugar, Nuestra Señora del Buen Suceso y San Miguel Arcángel.